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Al menos cuatro municipios de Mallorca han decidido limitar el consumo de agua en los últimos días, mientras que otros dos han publicado recomendaciones pidiendo limitar su uso debido a la situación de sequía y la disminución de las reservas en los embalses combinada con un pico de consumo excesivo.
Los pueblos de Algaida, Montuïri, Porreres y Lloret de Vistalegre han acordado un límite de 150 litros por persona por día. Además, Ariany y Costitx también han publicado carteles pidiendo limitar el consumo.
La medida ha sido adoptada en coordinación entre los 11 municipios de la Mancomunidad del Pla (entonces institución formada por catorce municipios que constituyen el interior de la isla: Algaida, Ariany, Costitx, Lloret de Vistalegre, Llubí, Maria de la Salut, Montuïri, Petra, Porreres, Santa Eugènia, Sant Joan, Sencelles, Sineu y Vilafranca de Bonany), que forman parte del consorcio de aguas, después de detectar un aumento en la demanda que está relacionado en parte con las lluvias torrenciales que cayeron en Mallorca en junio, además del aumento de la población en los últimos años.
Los municipios piden contención en el uso de agua potable para rellenar piscinas, regar jardines y huertos, limpiar terrazas, coches y otros elementos y “evitar cualquier uso que sea prescindible, innecesario o superfluo”. Montuïri es uno de los municipios más afectados. Como explicó la alcaldesa, Paula Amengual, han necesitado traer agua en camiones cisterna durante años, pero en los últimos años el flujo de vehículos se ha intensificado y ahora es diario y constante.
“Si comparamos junio de este año con 2023, hay una diferencia. La empresa que gestiona el agua nos ha dicho que el consumo en un par de meses ha aumentado mucho y que la situación es crítica. Las cifras de consumo son muy altas”, explicó la alcaldesa de Montuïri, quien advirtió: “Tenemos que ponerle freno ahora, porque si no, tendremos que hacer recortes”.
Amengual advierte que en el caso de Montuïri, debido a las características de su embalse, no es posible reducir la presión como en otros pueblos. Este año Porreres ya ha tenido que traer camiones cisterna de pozos privados para asegurarse de que el embalse municipal tenga suficiente volumen. “Si el consumo sigue siendo tan alto como la semana pasada, no habrá más remedio que bajar la presión”, dijo la alcaldesa, quien también vincula el pico al llenado de piscinas de plástico.
Otros municipios de Mallorca también han establecido límites en el consumo de agua este año, como Banyalbufar, Artà y Estellencs. En mayo, este último prohibió el uso de agua potable para llenar piscinas, regar huertos y jardines, especialmente céspedes y árboles, limpiar terrazas, coches y fachadas, y cualquier uso estético, como fuentes ornamentales.
Estellencs estableció un límite de 100 litros por habitante por día y establecimiento turístico, advirtiendo que el incumplimiento podría llevar a restricciones de suministro y al sellado del contador. El incumplimiento puede llevar a restricciones de suministro y al sellado del contador.
Artà también aprobó, en junio, prohibiciones para los pueblos de S’Estanyol, Montferrutx y Colònia de Sant Pere, siendo la Policía Local la encargada de la vigilancia, con la facultad de imponer sanciones en caso de incumplimiento. El pueblo también suspendió autorizaciones y licencias para la construcción de piscinas, instalaciones o tanques de agua con fines recreativos por un máximo de un año. Mientras tanto, se ha iniciado la perforación de un nuevo pozo en Colònia.
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