Parece que uno de los cinco jóvenes arrestados por el asesinato del conductor de camión de Almoradí en Bélgica, acusados de arrojar una tapa de alcantarilla desde un puente, rompiendo el parabrisas del camión y causando la muerte del conductor Gheorghe Tibil, había disparado previamente con un arma de aire comprimido a un turista estacionado. Esto se mostró en un video que circula en las redes sociales y fue publicado por la empresa de medios belga Sudinfo.
Según la empresa de medios, L.M. fue también la persona que arrojó la tapa de alcantarilla desde el puente sobre la E42, causando la muerte del conductor del camión, quien minutos antes había relevado a su prometida, también conductora, y quien logró detener el vehículo después de la tragedia.
Actualmente, tres jóvenes de 18 años están detenidos en prisión mientras que L.M., de 17 años, está siendo recluido en un centro de detención juvenil en Saint-Hubert. El segundo menor de los cinco detenidos fue autorizado a regresar a su hogar, aunque está sujeto a una orden de mantenimiento familiar.
La madre de B.V., uno de los tres jóvenes de 18 años que están encarcelados, dice que su hijo “no es un criminal”. “Estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado, con las personas equivocadas”, agregando que “él no arrojó esa tapa”.
Según información de una presunta filtración judicial, L.M. supuestamente desafió a sus amigos a arrojar juntos la tapa de alcantarilla desde el puente, aunque el menor niega ahora haberlo hecho.
El municipio rural de Andenne, donde viven los adolescentes, está consternado. “Estos chicos no representaban un peligro para nadie antes”, dijo Donovan, un chico que dice conocer bien a los cinco, a los medios locales.
Sin embargo, otros dicen que no han quedado sorprendidos por su arresto: “¿Honestamente? Esto no nos sorprende. Otros chicos del pueblo, colegas de los detenidos, no pintan una buena reputación de los cinco”.
Otra chica local no dibuja una imagen halagadora del “líder” del grupo. “Ya ha cometido algunos errores graves”, dijo, agregando que “es insoportable y suele consumir drogas”. En la noche de la tragedia, los cinco habían estado consumiendo óxido nitroso, conocido como “gas de la risa”.
Dos jóvenes más han sido arrestados desde entonces, un chico menor de edad y una chica de 18 años, que fueron detenidos el pasado jueves tras otro incidente. Ambos presuntamente participaron en eventos similares a los que causaron la muerte del conductor de Almoradí.
Según Het Laatste Nieuws, otro camionero también fue víctima de una rejilla de drenaje arrojada desde el mismo puente de la E42, dos días antes del accidente fatal de Gheorghe Tibil, aunque en su caso solo hubo daños materiales en su vehículo. La fiscalía estableció rápidamente un vínculo entre estos dos casos.
Como parte de la investigación sobre la muerte de Tibil, el juez Marc Depasse dictaminó que los tres principales sospechosos permanecerán en detención preventiva por otro mes.
Después de ser inicialmente descritos como un asesinato, los hechos fueron reclasificados como obstrucción maliciosa del tránsito con la circunstancia de que causó una muerte, un cargo similar al homicidio culposo.
El miércoles 22 de mayo, Fabio Marasti y Laetitia Joiris tuvieron la suerte de escapar sin lesiones. Su vehículo fue golpeado por una piedra mientras viajaban en la autopista E42, entre Dison y Verviers, la misma carretera en la que Gheorghe Tibil perdió la vida.
“Tengan cuidado si pasan bajo el puente de la autopista entre Dison y Rechain, hacia Verviers”, publicó Fabio en sus redes sociales. “Queríamos concienciar a la gente. No se dan cuenta. Para ellos es un juego pero puede costarle la vida a otros”, advierte Laetitia Joiris, quien iba en el asiento del acompañante en el momento del impacto.
“Escuchamos un gran estruendo, no sabíamos qué era”, dice Laetitia Joiris. “Trozos de cristal cayeron sobre nuestras cabezas y luego vimos el agujero en el techo solar. No vimos a nadie, no tuvimos tiempo de mirar. Todo sucedió tan rápido. La gente nos dijo que habían visto a un grupo de jóvenes huyendo”.
La pareja quiere crear conciencia sobre la gravedad de la acción. Dicen que fueron los afortunados. “Unos segundos antes, la piedra podría haber impactado en el parabrisas con consecuencias mucho más graves”.
Mientras tanto, la viuda del conductor de camión de Almoradí que fue asesinado por los vándalos en Bélgica dijo: “Estaré traumatizada por el resto de mi vida”.