Making medical decisions requires clinicians to have unfettered access to accurate medication histories of their patients. Without this information, treatment decisions based on outdated or incorrect data can have serious and sometimes fatal consequences.
Unfortunately, traditional medication reconciliation processes in the United States are time-consuming, inefficient, and complex. Obtaining current and accurate medication histories from various care sites, especially out-of-network providers, is challenging. This often results in different medication regimens for the same patient, leading to polypharmacy and increased healthcare costs.
Polypharmacy is a major public health concern, particularly among older adults who receive care from multiple providers. It increases the risk of adverse drug reactions, hospitalizations, and death. Recent collaborative efforts in Connecticut have led to the development of new tools to improve medication safety and treatment decisions for patients nationwide.
The prevalence of polypharmacy in the United States has been steadily rising, with older Americans increasingly taking multiple medications. Polypharmacy is associated with a higher risk of hospitalization, adverse drug reactions, and death. It is not limited to older individuals, as children and adolescents are also at risk of polypharmacy-related complications.
Efforts to address polypharmacy and improve medication reconciliation processes are crucial, but historically challenging. There is a need for accurate information and training on deprescribing medications to reverse the trend of polypharmacy. Recent advancements in Connecticut offer a promising solution to enhance medication safety on a national level.
Medication reconciliation is essential in preventing harmful medication errors, especially in emergency situations. Polypharmacy poses risks such as oversedation, falls, and adverse treatment outcomes. Inefficient coordination and lack of data standards hinder medication reconciliation efforts in practice.
Recognizing the urgency of these challenges, the Connecticut General Assembly established a Medication Reconciliation and Polypharmacy Workgroup to address these issues. The group made recommendations for policy improvements and the standardization of prescription data to promote interoperability in the healthcare system. El grupo de trabajo evolucionó en un comité de la Oficina de Estrategia de Salud. El comité ayudó a establecer la creación de un “Historial de Medicación Mejor Posible – HMPM” como objetivo final, reconociendo que la reconciliación de medicamentos nunca resultará en un régimen de medicación 100% preciso. Los esfuerzos del comité formaron la base y finalmente llevaron al desarrollo y reciente lanzamiento de una nueva Herramienta de Gestión de Medicación.
Al desglosar muchos de los silos de información que existían dentro del sistema de salud del estado y reunir a los diferentes actores críticos que influyen en la atención médica de un paciente, la herramienta ha dado a los proveedores en Connecticut la capacidad de almacenar, acceder y enviar de manera más eficiente datos críticos de medicación al punto de atención. También ha reducido significativamente la polifarmacia y mejorado los procesos de deduplicación. De hecho, durante su última fase de 12 meses, las recetas duplicadas disminuyeron considerablemente entre más de 3 millones de pacientes en todo el estado, con las líneas de medicación reducidas de 187.6 millones a 21.5 millones.
Sobre todo, aunque se necesita más trabajo, los esfuerzos de los clínicos, legisladores, organizaciones sin fines de lucro y colaboradores de la industria de Connecticut demuestran que mejorar la reconciliación de medicamentos en los Estados Unidos no es una causa perdida. Clave para el éxito: una conciencia compartida, determinación y coordinación estratégica entre los diversos actores de la industria de la salud.
¿Tomará años de trabajo duro asegurar que haya un proceso de reconciliación de medicamentos a prueba de fallos disponible para todos los proveedores en todo el país? Casi con seguridad. Sin embargo, es inaceptable la idea de que millones de estadounidenses hoy necesiten preocuparse por la seguridad de las combinaciones de medicamentos que se les recetan para ayudarles. Deberíamos estar dispuestos colectivamente a hacer lo que sea necesario para controlar la polifarmacia y sus impactos negativos de una vez por todas.