El equipo de rugby del Ponent de Palma nunca olvidará el drama que tuvieron que vivir el pasado sábado. Todo ocurrió cuando la expedición mallorquina regresaba de participar en un campamento de entrenamiento en Dublín. Los adolescentes, de la categoría U-16, es decir, de entre 14 y 15 años, estaban a bordo del vuelo EI738 de Aer Lingus entre Dublín y Palma con sus padres. Justo cuando la aeronave volaba sobre Nantes, Francia, una pareja británica comenzó una acalorada discusión en el avión.
La discusión escaló, obligando a la tripulación a intervenir y pedirles que se comportaran. Lejos de obedecer las instrucciones de la tripulación, en un momento dado, se produjo una presunta agresión física. El resto de los pasajeros se dieron cuenta de lo que estaba sucediendo cuando vieron a la mujer en compañía de las azafatas y con el rostro cubierto caminando por el pasillo central hacia la parte delantera del avión.
Según el protocolo de seguridad aérea, se informó al comandante de la altercado. Después de informar del incidente a la torre de control, se decidió realizar un aterrizaje de emergencia no programado en el aeropuerto de Nantes, en Francia. Dado que el espacio aéreo estaba restringido y había un nivel máximo de alerta terrorista y medidas muy estrictas debido a los Juegos Olímpicos de Francia, la situación se volvió más complicada.
Se dio autorización al comandante para aterrizar en Nantes y tan pronto como lo hizo, el presunto agresor fue arrestado por un delito de violencia de género y un delito de lesiones. Varias agentes ingresaron a la cabina y lo llevaron detenido. La mujer también abandonó la aeronave en compañía de otros agentes de policía y médicos para ser atendida por las lesiones sufridas. Horas más tarde, el vuelo se reanudó sin más incidentes.