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Entonces, ¿cómo son las tácticas de Maradona, especialmente dado que Ibarra lo eligió por razones futbolísticas, no solo por el atractivo del nepotismo?
“Cuando los entrenadores hablan de filosofía, siempre es muy difícil responder”, dice.
“Pero te explicaré.
“Todos los entrenadores queremos tener un 80% de posesión del balón. Todos queremos ser protagonistas. Todos queremos que nuestros equipos siempre puedan jugar bien.
“Pero en los cinco años de experiencia que he tenido como entrenador, me he dado cuenta de que, desafortunadamente, no siempre es posible. Los clubes en general siempre miran los resultados. No les importa todo lo demás.
“Así que, en mi opinión, la filosofía debe ser poder combinar la idea de fútbol que tiene un entrenador con los resultados. Y no es fácil.
“Todos queremos ser Pep Guardiola, todos queremos ser Mikel Arteta, todos queremos ser Enzo Maresca. Pero no es fácil porque no todos tienen los jugadores del City, del Chelsea, del Arsenal.
“Así que tenemos que hacer lo necesario y adaptar nuestra idea a lo que tenemos disponible.”
Entonces, si las tácticas son fluidas y la influencia de su padre sigue estando presente, ¿qué quiere el hijo de Maradona de sus jugadores?
“Comienzo con un principio fundamental, que es dar prioridad a los jugadores que saben jugar al fútbol”, agrega. “Y más aún, a aquellos que intentan ser protagonistas.
“Por ejemplo, mi principio táctico es el tercer hombre corriendo, pasar y moverse, ser directo cuando sea posible. De lo contrario, se trata de mantener la posesión tanto como sea posible.
“Pero luego, repito, cada juego y cada situación te lleva a tener principios diferentes o quizás diferentes a los que tienes.
“Por ejemplo, si hay un juego en el que tienes que ser más directo y jugar más hacia los delanteros, creo que un entrenador, incluso si tiene la filosofía de posesión, debería hacerlo.
“Por ejemplo, hablamos mucho de Guardiola, de posesión, de mantener la posesión. Pero los equipos de Guardiola, cuando tienen que ser directos, son directos.
“En el City hay muchas jugadas que van directas a Erling Haaland. Y tal vez la idea de jugar para Guardiola no se refleje mucho allí, pero funciona.
“Siempre espero que mis equipos puedan leer los juegos y las situaciones.”
Su padre era conocido como El Pibe de Oro.
Su hijo todavía está ondeando esa bandera futbolística, ascendiendo en las filas del juego como entrenador, y dado su éxito en Ibarra, parece tener ese toque dorado.
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