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¿Cómo cambia el arte una vez que se coloca en el cuerpo? La pregunta sobre si la moda es arte o si hay arte en la moda ha sido durante mucho tiempo controvertida, pero el trabajo de Yilun Li busca reificar la imagen del arte usable. La serie Ethereal Convergence de Li es tangible y desencarnada, consiste en instalaciones escultóricas que combinan superficies reflectantes, materiales translúcidos y estructuras intrincadas y dinámicas.
Hay un elemento devocional en el trabajo de Li, especialmente en los elementos en movimiento. En algunas esculturas, delicadas flores se elevan hacia los cielos como ramas, mientras que en otras, extremidades biomecánicas oscilan pendularmente hacia abajo. Las divisiones direccionales entre lo sagrado y la perdición colocan al espectador en una purgación del purgatorio: estamos suspendidos, atrapados entre lo efímero y lo eterno. El enfoque de Li sobre la cuestión de la espiritualidad en la era digital es semióticamente rico y visualmente conciso, situándose en algún lugar entre las iconografías históricas de las iglesias y los iconos cromáticos de Internet de principios de los 2000.
Las formas biomórficas de Ethereal Convergence también hablan de la tensión entre lo humano y lo artificial, lo natural y lo artificial. La práctica de Li está ostensiblemente preocupada por el espacio entre lo virtual y lo real. La elección de materiales, como calcomanías láser, gel UV metálico y acrílico espejado, actúa como una mediación entre lo divino y lo diseñado. La luz se refracta, los reflejos se distorsionan y las formas se proyectan desde las sombras; estos cambios visuales están atemperados por la percepción física del espectador de la obra en relación con su propia posición en el espacio físico. Se pide a la audiencia que interactúe con estas piezas de manera casi ritualística: el diálogo entre la fisicalidad y la abstracción nos obliga a enfrentar nuestros propios límites y la naturaleza fluida de la auto-percepción en un mundo cada vez más digital.
Las piezas que componen Ethereal Convergence actúan en última instancia como recipientes de intersección: los materiales se encuentran y se fusionan, pero también son sitios donde las ideas metafísicas chocan. Los valores transhumanistas y las nociones tradicionales de espiritualidad artística se cruzan y se entrecruzan, cuestionando los límites entre lo orgánico y lo artificial, lo divino y lo sintético. El trabajo de Li sugiere que el cuerpo, tanto como entidad física y como recipiente de significado, es un lugar donde estas fuerzas opuestas pueden coexistir: se convierte en sitio y medio.
Al incrustar estos materiales en formas usables, Li llama la atención sobre cómo el cuerpo se convierte en un lugar de convergencia para estas dualidades: humano y máquina, sagrado y sintético, natural y virtual. El cuerpo aquí se convierte en algo más que un marco pasivo; es un conducto para la tensión entre la versión fragmentada y hiperreal de la identidad del mundo virtual y la experiencia corpórea y encarnada del yo en el mundo material.
Ethereal Convergence cierra la brecha entre lo orgánico y lo artificial al llevar un reino al otro: nadamos entre pantallas, observamos cómo la luz viaja de la pared a la escultura y de vuelta, formas que cambian entre la abstracción y la representación. Como meditación conciliatoria entre lo tangible e intangible, el trabajo de Li fusiona formalmente el mundo natural con la época digital.
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