AstraZeneca, que ya tiene una fuerte presencia en el cáncer de pulmón, está lista para profundizar su alcance en la enfermedad con datos clínicos que respaldan la expansión del uso de dos de sus terapias aprobadas de maneras que los médicos dicen cambiarán el estándar de atención para muchos pacientes. Los datos están listos para su presentación el domingo durante la reunión anual de la American Society of Clinical Oncology (ASCO) en Chicago. En primer lugar está la terapia dirigida osimertinib, que se comercializa con el nombre de marca Tagrisso. La pequeña molécula bloquea las formas mutadas de la proteína EGFR, que impulsa el crecimiento del cáncer. El medicamento ya está aprobado para su uso como tratamiento de primera línea para el cáncer de pulmón de células no pequeñas (CPCNP) positivo para mutaciones de EGFR. También se utiliza para casos avanzados de estos cánceres. Los últimos resultados provienen de una prueba controlada con placebo de Fase 3 que inscribió a pacientes cuyo CPCNP mutado de EGFR había alcanzado la etapa 3 y no se puede extirpar quirúrgicamente.