La última película de suspense de M. Night Shyamalan, Trap, es una obra maestra en suspense e innovación, mostrando la habilidad única del director para mezclar escenarios cotidianos con giros extraordinarios. La película está protagonizada por Josh Hartnett como Cooper, un padre aparentemente promedio que lleva a su hija Riley, interpretada por Ariel Donoghue, a un concierto de música pop. Lo que comienza como una noche divertida se convierte rápidamente en un tenso juego de gato y ratón cuando se revela que un notorio asesino en serie, The Butcher, está entre los asistentes al concierto.
Desde el principio, Shyamalan prepara el escenario con meticulosa atención al detalle. El lugar del concierto, lleno de adolescentes emocionados y música pop vibrante, contrasta bruscamente con la tensión subyacente de la presencia policial. Esta cercanía crea una atmósfera que es tanto emocionante como inquietante, atrayendo a los espectadores a la narrativa con un sentido de perdición inminente.
Josh Hartnett ofrece una actuación destacada como Cooper. Su interpretación de un padre que intenta proteger a su hija mientras oculta sus propios oscuros secretos es a la vez convincente y matizada. La capacidad de Hartnett para transmitir una variedad de emociones, desde una preocupación genuina hasta una astucia calculada, añade profundidad a su personaje y mantiene a la audiencia preguntándose sobre sus verdaderas intenciones.
Ariel Donoghue brilla como Riley, capturando la inocencia y emoción de una adolescente en su primer gran concierto. Su química con Hartnett es visible, y su dinámica padre-hija añade una capa emocional a la película. La actuación de Donoghue es sincera y auténtica, haciendo de Riley un personaje por el que los espectadores pueden fácilmente animar. El ritmo de la película está expertamente manejado, con Shyamalan aumentando gradualmente la tensión a medida que se desarrolla la trama. La configuración inicial, con Cooper y Riley disfrutando del concierto, es rápidamente eclipsada por la revelación de la presencia de The Butcher. Este cambio de tono se ejecuta impecablemente, manteniendo a los espectadores al borde de sus asientos mientras anticipan el próximo giro.
La dirección de Shyamalan se complementa con la impresionante cinematografía de Sayombhu Mukdeeprom. El uso de tomas descentradas y espacio negativo aumenta la sensación de malestar, transformando el lugar del concierto en una trampa laberíntica. El estilo visual de Mukdeeprom añade una capa de arte a la película, convirtiéndola en un festín para los ojos además de un thriller envolvente.
El elenco de apoyo, incluyendo a Hayley Mills como la Dra. Grant y Saleka Shyamalan como la estrella pop Lady Raven, ofrece actuaciones sólidas que contribuyen al impacto general de la película. Mills aporta un toque de grandeza a su papel, mientras que las actuaciones musicales de Saleka son cautivadoras e integrales para la trama. La inclusión de música pop real, escrita e interpretada por Saleka, añade autenticidad a las escenas del concierto. También me hace preguntar, ¿por qué su música no ha sido más popular, es realmente buena?
Una de las fortalezas de la película es su capacidad para equilibrar el suspense con momentos de ligereza. Shyamalan inyecta humor en la narrativa a través de personajes como el divertido vendedor de mercancías, interpretado por Jonathan Langdon. Estos momentos más ligeros proporcionan un respiro bienvenido de la tensión y hacen que los personajes sean más identificables.
En conclusión, Trap es un testimonio del talento narrativo de M. Night Shyamalan. La mezcla de suspense, actuaciones sólidas y arte visual hacen de ella una destacada adición a su filmografía.
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