Durante los últimos 15 años sirviendo a la industria de la transcripción médica, la tecnología de transcripción ha tenido un gran impacto en los servicios de atención médica. Y los datos lo confirman. Para el 2030, se espera que el mercado de la transcripción médica alcance los $117.1 mil millones, lo que habla de la necesidad de la industria de la atención médica de la transcripción.
Aunque muchos están recurriendo a la inteligencia artificial para obtener transcripciones asequibles, la IA conlleva riesgos peligrosos. La IA ha progresado en los últimos años, pero los transcritores humanos son necesarios en entornos de atención médica. Las transcripciones de la IA y de los transcritores humanos pueden parecer iguales al principio, pero la realidad es que las similitudes son superficiales en el mejor de los casos. Los esfuerzos de transcripción de IA no son lo suficientemente precisos y no tienen comprensión contextual, lo que puede ralentizar los flujos de trabajo. Además, la mayoría de los servicios de IA no pueden ofrecer la experiencia y confidencialidad que proporcionan los expertos humanos.
Precisión incomparable en contextos médicos
En un estudio de más de 136,000 pacientes, 1 de cada 5 reportó encontrar un error en sus registros, con un 40% describiendo el error como “grave”. Es innecesario decir que, en el cuidado de la salud, la precisión es crítica, ya que una sola palabra o frase malinterpretada puede tener consecuencias graves para la atención al paciente.
Los transcritores experimentados entienden la terminología y matices médicos que podrían confundir a un sistema de IA. Los humanos entienden el contexto, lo que les ayuda a distinguir entre términos similares, pero diferentes, como “hiper” y “hipo”. Estos prefijos tienen significados opuestos pero podrían sonar similares para un robot revisando las mismas grabaciones de audio.
Los transcritores humanos también pueden interpretar acentos, manejar el solapamiento en escenarios de múltiples hablantes y aclarar ambigüedades, habilidades necesarias para transcribir con precisión las interacciones entre pacientes y médicos, conferencias médicas y otras discusiones importantes.
Y los transcritores humanos sobresalen en capturar las sutilezas de la comunicación no verbal también, especialmente al evaluar grabaciones de video, notando cambios en el tono, pausas, gestos o cualquier otra acción física que pueda ser clínicamente relevante. La vacilación de un paciente al describir síntomas o el énfasis de un médico en ciertas instrucciones pueden ser detalles valiosos, pero son detalles que a menudo la IA pasa por alto.
Mejorando el flujo de trabajo y reduciendo el agotamiento de los médicos
En 2023, el 48% de los médicos reportaron experimentar agotamiento. Esta estadística destaca una razón por la que los proveedores de atención médica necesitan soluciones que alivien las cargas administrativas.
Los servicios de transcripción de alta calidad desempeñan un papel importante en hacer que los flujos de trabajo sean más eficientes. Las transcripciones rápidas y precisas permiten a los proveedores de atención médica centrarse más en la atención al paciente y menos en la documentación. La capacidad de entregar tiempos de respuesta rápidos también significa que la información urgente está disponible cuando más se necesita. Además, estas transcripciones pueden integrarse con los sistemas de registros de salud electrónicos (EHR), reduciendo el tiempo que los médicos pasan interactuando directamente con interfaces EHR engorrosas.
Los servicios de transcripción rápidos y precisos pueden reducir drásticamente el trabajo administrativo de médicos, cirujanos y enfermeras, permitiéndoles más tiempo con los pacientes y menos tiempo interactuando con el EHR. Los sistemas de IA a menudo requieren una extensa corrección y revisión. Las transcripciones humanas bien ejecutadas suelen estar listas de inmediato. Esta eficiencia ahorra tiempo y ayuda a reducir el estrés y el agotamiento de los profesionales de la salud.
Otra ventaja de los transcritores humanos es su capacidad para adaptarse a diferentes especialidades médicas y sus terminologías únicas. Desde oncología hasta pediatría, cada campo tiene su propio argot y abreviaturas. Los transcritores experimentados pueden ser entrenados en esto, simplificando el flujo de trabajo para los profesionales de la salud y asegurando que las transcripciones estén adaptadas de manera precisa a las necesidades específicas de diferentes departamentos médicos.
Garantizar la confidencialidad del paciente y el cumplimiento de HIPAA
En el sector de la salud, la confidencialidad del paciente es un requisito bajo HIPAA. Por eso es importante entender que los transcritores humanos ofrecen un nivel de discreción y seguridad que los sistemas de IA a menudo no pueden garantizar.
Todos los profesionales calificados que trabajan en el sector de la salud deben recibir una capacitación exhaustiva en el cumplimiento de HIPAA, incluidos los transcritores. Y los sistemas de transcripción mismos deben estar diseñados con la seguridad como su núcleo, restringiendo el acceso a información sensible para garantizar que todos los datos estén disponibles solo para personal autorizado.
Idealmente, las grabaciones y transcripciones deben estar restringidas al cargador original y solo temporalmente disponibles para el transcriptor asignado durante el proceso de transcripción. La falta de restricción de acceso crea un escenario riesgoso donde los transcritores tienen acceso ilimitado a una cantidad significativa de información privada y sensible del paciente, aumentando la probabilidad de filtraciones de datos.
Y los transcritores humanos también pueden servir como una capa de protección contra posibles violaciones de datos. A diferencia de los sistemas de IA, que pueden almacenar o procesar datos de manera que podrían comprometer la seguridad, los profesionales capacitados pueden identificar y señalar activamente posibles problemas de confidencialidad. Considere un escenario donde un proveedor de atención médica menciona accidentalmente información identificativa que no debería estar en el registro. Un transcriptor humano es capaz de reconocer esto y podría, por ejemplo, redactar la información o alertar a las partes relevantes.
El valor insustituible de la experiencia humana
Si bien la IA continúa avanzando, la industria de la salud requiere un nivel de precisión, comprensión y confidencialidad que solo los transcritores humanos bien entrenados pueden proporcionar de manera consistente. El toque humano apoya a los proveedores de atención médica, asegurando que tengan acceso a servicios de transcripción precisos, oportunos y seguros.
Al elegir transcritores humanos capacitados, las organizaciones de atención médica pueden mejorar la eficiencia de sus flujos de trabajo y, en última instancia, mejorar la calidad de la atención al paciente. La tecnología puede ser omnipresente, pero eso significa que es más importante que nunca reconocer las áreas donde el juicio humano sigue siendo esencial.