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Desde el pasado sábado, el gobierno británico ha prohibido a los viajeros procedentes de la Unión Europea entrar al país con sándwiches, queso, embutidos como el jamón, carne cruda o leche, para prevenir la propagación de la fiebre aftosa tras un creciente número de casos en Europa.
El Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) ha extendido esta medida de cara a la Semana Santa, ya que esta decisión entró en vigor el domingo, lo que significa que a los viajeros no se les permitirá ingresar al país con carne de vacuno, ovino o porcino o productos lácteos para consumo personal, independientemente de si están empaquetados o comprados en una tienda libre de impuestos, según un comunicado.
Esto significa que ahora es ilegal que los viajeros de todos los países de la UE que ingresen a Gran Bretaña traigan elementos como sándwiches, queso, embutidos, carne cruda o leche, aunque se han establecido una serie limitada de exenciones a estas normas, como una cantidad limitada de leche infantil, alimentos medicinales y productos como chocolate, caramelos, pan, pasteles, galletas y pasta que están permitidos. En este contexto, los viajeros que ingresen al país con estos artículos deben entregarlos en la frontera o serán confiscados y destruidos, además de enfrentar multas de hasta £5,000 (más de £5,800).
El gobierno británico ya había prohibido las importaciones personales de ganado, ovejas y otros rumiantes y cerdos, así como productos lácteos de Alemania, Hungría, Eslovaquia y Austria a principios de este año en respuesta a brotes confirmados de fiebre aftosa en esos países.
Sin embargo, la fiebre aftosa no representa ningún riesgo para los humanos y no hay casos en el Reino Unido, pero es una enfermedad viral altamente contagiosa del ganado, ovejas, cerdos y otros animales de pezuña hendida como jabalíes, ciervos, llamas y alpacas, y el brote en Europa representa un riesgo significativo para las empresas agrícolas y el ganado, según el Departamento británico.
El Gobierno británico justifica esta acción en el sentido de que la enfermedad puede causar pérdidas económicas significativas debido a escasez de producción en los animales afectados, así como pérdida de acceso a mercados extranjeros para animales, carne y productos lácteos. Por lo tanto, las nuevas restricciones se aplican únicamente a los viajeros que llegan a Gran Bretaña y no se aplicarán a las importaciones personales desde Irlanda del Norte, Jersey, Guernsey o la Isla de Man.
El Ministro de Agricultura, Daniel Zeichner, ha asegurado que el Gobierno británico ‘hará todo lo posible para proteger a los agricultores británicos de la fiebre aftosa. Estamos fortaleciendo aún más las protecciones al introducir restricciones en las importaciones personales de carne y productos lácteos para prevenir la propagación de la enfermedad y proteger la seguridad alimentaria de Gran Bretaña’, explicó.
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