El nuevo presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, está enfrentando fuertes críticas por su gabinete incluso antes de que su gobierno sea confirmado por el parlamento.
Algunos de los ministros conservadores seleccionados no tienen nada que ver con el curso de reforma que Pezeshkian prometió durante la campaña, han dicho los detractores.
Pezeshkian respondió diciendo que está abierto a críticas, pero que los ministros deberían tener una oportunidad.
“Esperen a que el gabinete comience a trabajar y critíquenlo basándose en su desempeño”, escribió el martes.
Los observadores políticos creen que Pezeshkian se vio obligado a agregar ciertos nombres a la lista de 19 miembros del gabinete por el parlamento, que está dominado por los hardliners.
En protesta contra la lista de gabinete, Mohammad Javad Zarif dijo el lunes que había renunciado como vicepresidente de Pezeshkian después de solo 11 días en el cargo. Su puesto no requería confirmación del parlamento.
Zarif dijo que no estaba de acuerdo con al menos siete de los 19 nominados al gabinete y por eso decidió regresar a su trabajo académico.
El exministro de Relaciones Exteriores era considerado una de las figuras clave en el futuro gobierno de Pezeshkian debido a su experiencia diplomática.
Pezeshkian esperaba poder reanudar las negociaciones nucleares con Occidente, con Zarif en un papel principal.
Zarif fue el principal diplomático del país entre 2013 y 2021 y logró finalizar el acuerdo nuclear internacional con seis potencias mundiales en 2015 como jefe del equipo negociador iraní en Viena.
