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Parece ser que las partes de izquierda son mucho mejores manteniendo a sus amigos que las de derecha. No hace mucho tiempo, las Islas Baleares estaban gobernadas por una coalición de izquierda compuesta por cinco partidos diferentes, desde nacionalistas hasta políticos más convencionales. La coalición duró los cuatro años completos. Las partes de derecha no tienen tanta suerte.
Esta semana presenciamos la gran disputa entre el Partido Popular de derecha y el partido de extrema derecha Vox. Fue cuestión de peleas y ahora los dos no se hablan, a pesar de que hablan mucho el uno del otro y de sus artimañas. La disputa ha dejado efectivamente a las islas sin gobierno y la presidenta Marga Prohens está bajo presión de su propio partido para convocar elecciones anticipadas.
De hecho, debido a la disputa, se vio obligada a retirar su presupuesto porque no contaba con el apoyo de Vox. Tengo la corazonada de que se llegará a un acuerdo entre los dos y se reconciliarán, ¿una tregua para Navidad? Si Prohens convoca elecciones, existe la posibilidad de que vuelva la coalición de izquierda, que parece estar mejor preparada para compartir el poder. La repercusión de la separación de Vox se sentirá en todas las islas y muchos ayuntamientos podrían cambiar de manos. Siempre es mejor tener amigos.
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