El pasaporte de España es ahora el rey indiscutible de Europa después de ser clasificado como más poderoso que el de Francia o Italia, y, extrañamente, que el de Hungría, que ocupa el quinto lugar.
Una nueva clasificación de los pasaportes más fuertes del mundo realizada por visaguide.world ha encontrado que España supera a todos sus rivales europeos según factores como el acceso sin visa, visa a la llegada, eVisas y movilidad global.
A nivel mundial, España ocupa el segundo lugar con una puntuación de 90.60, solo por detrás de Singapur, que obtuvo el primer lugar con una puntuación de 91.27.
Esta nueva clasificación en realidad baja a España un lugar desde la última vez que ocupó el primer puesto en febrero.
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El pasaporte español es más poderoso que cualquier otro pasaporte en Europa
Sin embargo, España también compartía el primer lugar con otros cinco países, diluyendo significativamente el logro.
Pero ahora, el país se sitúa, si no por encima de sus antiguos compañeros como Francia (90.53), Italia (90.31) y Alemania (90.27).
Los titulares de pasaportes españoles pueden viajar a 43 países sin pasaporte, viajar sin visa a 107 países y recibir una Visa a la llegada en 28 países.
Once países requieren una Autorización Electrónica de Viaje (eTA) y otros 22 exigen una Visa Electrónica (e-Visa).
No hay países que prohíban la entrada a los titulares de pasaportes españoles.
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El Reino Unido ni siquiera llega al top 30, ocupando el puesto 35 con una puntuación de 87.07, mientras que Estados Unidos se sitúa en el puesto 40, justo detrás de Canadá en el 39.
Y pensemos en los pobres somalíes, cuyo pasaporte ocupa el último lugar en el puesto 199 en el mundo.
Los cinco últimos puestos los completan Sudán, Pakistán, Siria y Afganistán.
La clasificación se calcula asignando un valor, llamado Puntuación de Significación del Destino (DSS), a cada destino de viaje.
Se asigna un valor único de DSS a cada destino basado en la política de entrada que aplica al pasaporte, el PIB, el Índice de Poder, el Índice de Turismo y el Índice de Desarrollo Humano (IDH), entre otros factores.
El DSS se multiplica con el valor del requisito de visa del país de destino hacia los titulares de pasaportes seleccionados.
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Los siguientes políticas de visa o entrada se incluyen en los cálculos:
Viaje sin visa. Si no se requiere visa para los titulares de pasaportes de un país, entonces el DSS se multiplica por 1.
Autorización Electrónica de Viaje. El DSS también se multiplica por 1 si los titulares de pasaportes pueden obtener una autorización electrónica de viaje (ETA).
Visa a la llegada. Para los países de destino que requieren una visa a la llegada, el DSS se multiplica por 0.8.
Visa electrónica (e-Visa). Para los países de destino donde un titular de pasaporte tiene que obtener una visa electrónica aprobada por el gobierno (e-Visa) antes de la salida, el DSS se multiplica por 0.3.
Embajada u otras visas aprobadas por el gobierno. Si los titulares de pasaportes necesitan solicitar una visa en una embajada u otro formulario de permiso aprobado por el gobierno antes de la salida, se asigna una puntuación con un valor = 0.
Viaje sin pasaporte. Si los titulares de pasaportes pueden visitar un país sin pasaporte, el DSS se multiplica por 1.01.
Entrada prohibida. Si a un titular de pasaporte no se le permite entrar a un país, el DSS se multiplica por -0.5.
Debido a que a los países de destino se les asigna un DSS único, significa que poder viajar sin visa a un destino con un DSS más alto otorga al pasaporte seleccionado un valor más alto que tener acceso sin visa a un país con bajo DSS.
Esto resulta en una clasificación más precisa para cada pasaporte.
Una vez calculados todos los factores, cada pasaporte tiene su propio valor único, sin que dos países tengan el mismo número de destinos ‘sin visa’.