El fiscal anticorrupción de España investigará al partido de extrema derecha Vox después de las acusaciones de prácticas ilegales de financiación.
Vox ha negado la acusación, diciendo que es víctima de ‘persecución’ y que no tiene ‘nada que ocultar’.
El partido socialista PSOE presentó una denuncia al fiscal a mediados de diciembre.
Envió un dossier de acusaciones sobre la recaudación de dinero en urnas de donación y la recepción de millones de euros de un banco húngaro.
El PSOE afirma que Vox ha recibido 4,6 millones de euros de manera ‘irregular’.
Vox admitió en septiembre haber recibido un préstamo de 9,2 millones de euros del banco húngaro Magyar Bankholding, propiedad de Lorinc Meszaros, amigo cercano del primer ministro de derecha Viktor Orban.
Las leyes de financiación política de España prohíben que gobiernos extranjeros, instituciones públicas o entidades afiliadas al estado financien partidos políticos.
La denuncia del PSOE también se refiere a la venta de mercancía en los puestos callejeros de Vox como un medio de recaudación de fondos ‘opaco’.
Argumenta que la recolección de donaciones anónimas y la venta de artículos promocionales sin registros financieros adecuados o recibos podrían infringir regulaciones legales.
Estas prácticas permiten que los fondos se mezclen con otras donaciones anónimas, que se registran en cantidades inferiores a 300 euros para evitar revelar la identidad de los donantes, según alega el PSOE.
El portavoz nacional de Vox, José Antonio Fuster, dijo el lunes que las cuentas de su partido son ‘claras y transparentes’.
“No tenemos absolutamente nada que ocultar, todo está incluido en nuestras cuentas y presentado al Tribunal de Cuentas,” comentó.
Agregó que ‘los ingresos de las actividades promocionales están autorizados por las leyes de financiación de partidos políticos’.
En un ataque al PSOE, Fuster dijo: “Tenemos un Partido Socialista podrido de corrupción que quiere detener a un partido de financiarse con dinero de los bolsillos de sus simpatizantes.”