NAIROBI, Kenia (AP) — Los legisladores de Kenia aprobaron una moción el martes para destituir al vicepresidente del país, tras largas discusiones y después de que Rigathi Gachagua apareciera en el parlamento para defenderse contra varios cargos, incluyendo acusaciones de que apoyó protestas antigubernamentales en junio.
La moción fue aprobada por un voto de 281-44 a favor de la destitución, muy por encima de los 117 votos requeridos constitucionalmente. Ahora la moción pasa a la cámara alta del parlamento, que debatirá el asunto y también celebrará una votación.
Para que la destitución sea definitiva, necesitará el respaldo adicional de dos tercios de los senadores en la cámara alta. No está claro cuándo se llevará a cabo esa votación.
Según la constitución de Kenia, la destitución del cargo es automática si es aprobada por ambas cámaras, aunque Gachagua puede impugnar la acción en los tribunales —algo que ha dicho que hará.
Al vicepresidente también se le acusa de estar involucrado en corrupción y otras irregularidades. Niega todos los cargos en su contra.
El debate sobre su destino se ha extendido más allá del parlamento —partidarios y opositores de la moción se enfrentaron la semana pasada en foros públicos después de que la alianza gobernante presentara la moción ante el parlamento.
En su discurso, Gachagua declaró que estaba “sometido a un proceso político” y pidió a los legisladores que tomaran su decisión “sin intimidación ni coerción”. El lunes, el vicepresidente había dicho que creía que la moción tenía la bendición del presidente.
El presidente William Ruto aún no ha comentado públicamente sobre la destitución, pero en días anteriores de su presidencia dijo que no humillaría públicamente a su vicepresidente, aludiendo a la complicada relación que tuvo con su predecesor, Uhuru Kenyatta, durante su segundo mandato en el cargo.
El domingo, durante una reunión de oración en su residencia, Gachagua imploró a Ruto, a los legisladores y a los kenianos que lo perdonaran por cualquier error durante su mandato. Aclaró esa declaración el lunes, diciendo que no era una admisión de culpa y desmintió los rumores de que renunciaría.
Gachagua dijo a los legisladores el martes que algunas de las propiedades mencionadas en la moción de destitución como suyas pertenecían a su difunto hermano. También defendió los gastos de renovación de su residencia oficial, diciendo que estaba en mal estado y necesitaba ser “dignificada”.