El Papa Francisco criticó duramente el martes la política de deportaciones masivas del Presidente Trump y urgió a los católicos a rechazar las narrativas antiinmigrantes en un ataque inusualmente directo contra la administración estadounidense. En una carta abierta a los obispos estadounidenses, Francisco dijo que deportar a personas que a menudo vienen de situaciones difíciles viola la “dignidad de muchos hombres y mujeres, y de familias enteras”. El Papa escribió que había “seguido de cerca la gran crisis que está teniendo lugar en los Estados Unidos con el inicio de un programa de deportaciones masivas”, agregando que cualquier política basada en la fuerza “comienza mal y terminará mal”. El Papa ha sido durante mucho tiempo un defensor de los migrantes, y ha hecho de la denuncia de su difícil situación un pilar de su papado. Ha llamado al problema un “naufragio de la civilización” y ha hablado repetidamente en contra de lo que considera políticas de migración no acogedoras y no cristianas en todo el mundo.
