El jefe de la policía española en la frontera de Gibraltar ha visto rechazada su queja contra el acuerdo transitorio posterior al Brexit por un juez de La Línea.
Ella dictaminó que los gibraltareños disfrutan de una “exención especial” de tener sus pasaportes sellados ya que “no representan un riesgo de inmigración ilegal”, según informa el diario Europa Sur de Algeciras.
“Estas medidas transitorias, adoptadas por el gobierno español y promulgadas por la Unidad Central de Fronteras de la Policía Nacional, están de acuerdo con el Código de Fronteras de Schengen, que permite la aplicación de criterios de flexibilidad en ciertas circunstancias”, escribió la jueza Alba Serrano en una orden escrita el 12 de marzo.
“Se seguirán aplicando mientras las negociaciones entre la Unión Europea y el Reino Unido estén en curso.
¿Significa el rechazo del caso de David Barrero el fin de los problemas en la frontera mientras las negociaciones están en curso?
“Todo esto tiene en cuenta la naturaleza específica del cruce diario de personas a través del cruce fronterizo de La Línea y sus implicaciones socioeconómicas, ya que los ciudadanos gibraltareños no representan un riesgo de inmigración ilegal”.
Un informe policial de la sede provincial en Cádiz al tribunal explicó que, bajo los acuerdos actuales, tanto los gibraltareños como los ciudadanos británicos tienen sus identificaciones verificadas y su entrada o salida registrada en una base de datos policial.
“Por lo tanto, el control fronterizo se está llevando a cabo según lo requiere el Código de Fronteras de Schengen, y por lo tanto no hay brecha de seguridad”, concluyó la jueza.
La queja fue presentada por el Inspector Jefe David Barrero contra sus propios superiores en noviembre después de dar una serie de órdenes unilaterales -contrarias a sus propias instrucciones- para comenzar a sellar los pasaportes.
Barrero finalmente fue destituido de su cargo y suspendido sin paga durante cinco meses por sus payasadas el mes pasado.
También fue filmado verificando pasaportes en la frontera en enero mientras estaba borracho y fuera de uniforme, marcando un final ignominioso de su tiempo en el puesto.
Pero la sospecha ha ido creciendo de que sus acciones formaban parte de un complot de la derecha dentro de España para socavar al gobierno de izquierda del PSOE actualmente en el poder en Madrid.
El drama resultó ser una mosca en la pomada durante las negociaciones en curso entre Gibraltar, el Reino Unido, España y la UE sobre la incorporación de la Roca en la zona Schengen.
El rechazo en el tribunal no marca del todo el final de la cruzada de Barrero, sin embargo.
Según los representantes legales, el jefe de policía suspendido tiene la intención de apelar, ya sea al mismo tribunal o directamente a un tribunal superior en Cádiz.