El número se ha más que duplicado este año

Desde el lunes hasta el jueves, llegaron 42 barcos de migrantes a las Islas Baleares. Había 706 personas, y el número total de migrantes ilegales este año ha aumentado a 4.441, más del doble que durante todo el año 2023 (2.194).

De 2020 a 2023, el número anual más alto de migrantes fue de 2.637 en 2022; el más bajo fue de 1.464 en 2020. La magnitud del aumento en 2024 ha provocado todo tipo de preocupaciones, especialmente en tres de los municipios de Mallorca donde llegan con más frecuencia los barcos: Campos, Santanyi y Ses Salines. Existe una dimensión política en esto, ya que los tres están gobernados por el Partido Popular. Están muy críticos con el delegado del Gobierno español en las Islas Baleares, el exalcalde de Calviá, Alfonso Rodríguez del PSOE. También ha recibido críticas de la ministra de Familia y Asuntos Sociales del Gobierno Balear, Catalina Cirer del PP.

Las autoridades locales en las Islas Baleares no tienen jurisdicción sobre la inmigración, ya que es un asunto que corresponde al Gobierno español. A nivel municipal, las preocupaciones tienen que ver con la seguridad y los costos de retirar y almacenar los barcos, así como de retirar los objetos dejados por los migrantes que llegan. Alrededor de 400 personas han llegado a las costas de los tres municipios en los últimos días. Los tres ayuntamientos se preguntan qué hacer. Dicen que no han recibido ninguna comunicación de Rodríguez.

Cirer destaca que la primera respuesta debe ser del delegado del gobierno. “Él es quien debe dar el primer paso y llamar a todos los implicados y tomar medidas sobre lo que se debe hacer. No recibimos noticias. A menudo sabemos más por los medios de comunicación o las organizaciones benéficas.”

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Rodríguez insiste en que el Gobierno español está centrado en gestionar el fenómeno migratorio, “al que debemos responder como país”. “Estamos dentro de una comunidad europea a la que también hemos recurrido para que nos ayude a gestionar, como sucede con otros países que están en las fronteras de Europa. Pedimos a Europa que vea esto como un fenómeno global. Y el Gobierno español pide a la oposición considerar la recepción de menores no acompañados también como un fenómeno global.”

En septiembre, el Gobierno español, al reconocer que las Islas Baleares representaban una ruta migratoria principal, aceptó que la región estaba “saturada” de menores migrantes, pero descartó medidas urgentes. Las posibles soluciones dependen del desbloqueo de la reforma de la ley de inmigración. Las disputas políticas han impedido que hasta ahora se haya logrado algo al respecto.

Mientras tanto, continúa la complicación adicional de la ruptura de relaciones diplomáticas entre España y Argelia. Esto está impidiendo la deportación.