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En Banyalbufar, que ha estado experimentando problemas graves con el suministro de agua durante varias semanas, el agua ha tenido que ser cortada de nuevo.
El lunes, no hubo suministro durante toda la mañana y no se restableció hasta media tarde. La anticipación era que habría un nuevo corte durante la noche, con la esperanza de que no hubiera necesidad de hacerlo nuevamente a partir del martes por la mañana.
El alcalde en funciones, Joan Vives, explica que hubo un alto consumo de agua durante el fin de semana y que las reservas se volvieron críticas. Banyalbufar no está sola entre los municipios de la Sierra de Tramuntana en tener agua suministrada por camiones cisterna. El problema es que las empresas con los camiones cisterna no trabajan los fines de semana.
Durante el último fin de semana, el consumo diario fue aproximadamente cuatro veces mayor de lo habitual para un municipio de la Tramuntana en julio. Aunque espera que las reservas se hayan recuperado ahora, Vives agrega que no se puede garantizar que no habrá más cortes. “El consumo está aumentando y es cada vez más difícil encontrar camiones que nos puedan proporcionar agua”.
Existen restricciones generales en Banyalbufar – un máximo de 75 litros por habitante por día y por lugar de alojamiento turístico, una prohibición de llenar piscinas con agua de la red pública, así como de limpiar coches, terrazas o cualquier uso ornamental del agua. También está prohibido llenar tanques privados.
Bunyola, Deià, Esporles y Estellencs son otros municipios de la Tramuntana que han experimentado problemas de suministro.
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