Los gobernadores demócratas han expresado su rechazo a este tipo de políticas y han prometido proteger a los inmigrantes en sus estados. La gobernadora de Nuevo México, Michelle Luján Grisham, ha dicho que su estado continuará siendo acogedor para los inmigrantes, independientemente de su estatus legal. Otros gobernadores demócratas también han manifestado su compromiso con la protección de los inmigrantes y han prometido luchar contra las políticas antiinmigrantes de la administración entrante de Trump.
En última instancia, los gobernadores demócratas están preparados para liderar la resistencia contra el segundo mandato de Donald Trump y defender los valores progresistas en sus estados. Con elecciones clave a la vuelta de la esquina, estos gobernadores están listos para enfrentar los desafíos que se les presenten y luchar por un futuro más inclusivo y equitativo para todos los ciudadanos.
La gobernadora de Nuevo México, Michelle Luján Grisham, expresó su postura con respecto a la posible asistencia federal para localizar y deportar a inmigrantes indocumentados en su estado. Aunque estaría dispuesta a colaborar en la deportación de aquellos que sean delincuentes condenados, dejó claro que no cooperaría en un plan de deportación masiva. Luján Grisham destacó su autoridad sobre la fuerza policial estatal y afirmó que no permitiría detenciones físicas ni proporcionaría información privada sobre residentes indocumentados al gobierno federal, ya que esto pondría en peligro a ciertos grupos vulnerables.
La gobernadora señaló que, si bien cree que el presidente Trump llevará a cabo sus planes, confía en su estrategia para proteger a los residentes de su estado. Por otro lado, la gobernadora Kelly de Kansas también se mostró en contra de colaborar en deportaciones masivas, resaltando que no permitiría que la Guardia Nacional de su estado llevara a cabo ese tipo de acciones. Kelly enfatizó que trazaría límites en caso de presiones para realizar acciones incorrectas o ilegales.
Por su parte, Stein, quien asumirá el cargo de gobernador de Carolina del Norte, expresó sus dudas sobre la implementación de deportaciones masivas en su estado. Reconoció que dichas acciones podrían generar desafíos económicos reales, pero prefirió esperar a conocer las propuestas concretas antes de pronunciarse al respecto.
En resumen, los gobernadores mencionados han mostrado su postura contraria a colaborar en deportaciones masivas, priorizando la protección de sus residentes y la legalidad de las acciones que se lleven a cabo en sus estados.