El dueño mayoritario de Mulberry ha pedido al grupo de Mike Ashley, Frasers Group, que abandone su interés de adquirir la marca de lujo en problemas.
Basado en Singapur, Challice, que tiene una participación del 56%, emitió un comunicado el domingo en el que declaraba que “no tiene interés” en vender a Frasers, que ya es el segundo mayor inversor en Mulberry con un 37%.
Frasers, dirigido por Michael Murray, yerno de Ashley, aumentó su oferta por el fabricante de bolsos y cinturones el viernes, valorando a la empresa con pérdidas en £111 millones.
Su oferta original de £83 millones fue rechazada por Mulberry por motivos de valor.
En ese momento, Frasers, más conocido por su cadena Sports Direct, afirmó estar actuando para evitar “otra situación como la de Debenhams” después de haber sido mantenido en la oscuridad sobre una movida de Mulberry para recaudar dinero.
Challice dijo en respuesta a la segunda oferta: “Challice cree que es un momento inoportuno para que Mulberry sea vendida y lamenta especialmente la distracción que la posible oferta está causando a la empresa y a su equipo directivo en este momento.
“Challice no tiene interés en vender sus acciones de Mulberry a Frasers ni en proporcionar a Frasers ningún compromiso irrevocable u otro con respecto a la posible oferta.”
Según las reglas de adquisición de la City, Frasers tiene hasta el 28 de octubre para hacer una oferta firme por Mulberry o retirarse.
“Challice espera que al dejar clara su posición, Frasers se anime a anunciar que no tiene intención de hacer una oferta por Mulberry”, concluyó el comunicado de Challice.
Mulberry añadió, en un comunicado a la bolsa de valores, que está trabajando con asesores para considerar la posición de la empresa en la oferta.
Mulberry, al igual que sus rivales en el sector centrado en el lujo, ha estado luchando contra la débil demanda a nivel mundial.
Reveló el mes pasado que había caído bruscamente en números rojos durante su último año financiero como resultado de los desafíos.
Las cuentas anuales contenían una advertencia de que la recesión había resultado en una “incertidumbre material que podría generar dudas significativas sobre la capacidad del grupo y de la empresa matriz para continuar como empresa en funcionamiento” si persistía.
