El juicio terminó el viernes del ex presidente de la federación española de fútbol, Luis Rubiales, por el famoso beso plantado en Jenni Hermoso.
Se espera un veredicto y una posible sentencia del juez José Manuel Clemente Fernández-Prieto en varias semanas después de 10 días de testimonios en el juzgado del área de Madrid.
“Con esto, créanlo o no, hemos terminado”, bromeó el juez después de que Rubiales y otros tres acusados de intentar presionar a Hermoso renunciaran a su derecho de hacer declaraciones finales.
Luis Rubiales está acusado de agresión sexual por besar a Hermoso en 2023 después del triunfo de España en la Copa del Mundo femenina en Australia, así como de coerción por presuntamente intentar convencer a la jugadora de minimizar el incidente posteriormente.
Hermoso, de 34 años, afirma que no dio su consentimiento para el beso mientras que Rubiales, de 47 años, niega haber hecho algo mal y argumenta que fue consensuado.
Los fiscales piden dos años y medio de prisión para Rubiales, un año por agresión sexual y 18 meses por la coerción a Hermoso.
Entre los acusados junto a Rubiales se encuentran el exentrenador de la selección nacional femenina, Jorge Vilda, y dos exfuncionarios de la federación española de fútbol.
Se les acusa de intentar coercer a Hermoso y los fiscales piden 18 meses de cárcel para ellos.
Las imágenes de video mostraron a Rubiales agarrando la cabeza de Hermoso en la ceremonia de entrega de medallas de la Copa del Mundo en Sídney y besándola en los labios antes de dejarla ir con dos palmadas en la espalda.
Hermoso dijo en el primer día del juicio que se sintió “faltada al respeto” después de un beso no consensuado que “no debería ocurrir en ningún entorno social o laboral”.
Rubiales dijo al tribunal el martes que estaba “totalmente seguro” de que Hermoso dio su consentimiento para el beso y negó haberla presionado después del incidente.
“Ella me apretó muy fuerte bajo mis axilas, me levantó, y cuando bajé le pregunté si podía darle un beso, y ella dijo ‘vale’, eso es lo que ocurrió”, dijo, describiendo el beso como “un acto de cariño”.
Rubiales reconoció que “cometió un error” en el podio y que su comportamiento “no fue apropiado”, pero negó haber cometido algún delito.
Minimizó la importancia del beso en Hermoso en ese momento y desafió las llamadas a su renuncia en una reunión de emergencia de la federación en agosto de 2023, arremetiendo contra lo que llamó “feminismo falso”.
Rubiales renunció al mes siguiente después de que la FIFA lo suspendiera y los fiscales abrieran una investigación por presunta agresión sexual.