El presidente de RYANAIR, Michael O’Leary, ha calificado al ministro de Consumo de España, Pablo Bustinduy, como un “ministro comunista loco”.
El estallido se produjo por multas por un total de €179 millones impuestas por el ministerio contra la aerolínea irlandesa y otras cuatro compañías de bajo coste por prácticas abusivas, incluidos cargos “ilegales” por equipaje de mano.
“Él cree que los pasajeros pueden llevar todo el equipaje que quieran. Y no, no pueden”, fustigó O’Leary el miércoles en una rueda de prensa en Bruselas.
Las sanciones fueron impuestas en noviembre pasado por suplementos por equipaje de mano o por reservar asientos contiguos para acompañar a familiares y dependientes.
La decisión está siendo apelada, con Ryanair enfrentando la mayor multa de €107 millones.
O’Leary describió las sanciones como “ilegales”.
Pablo Bustinduy respondió, diciendo: “La estrategia de Ryanair implica chantaje, presión e insultos para perseguir sus objetivos, para aumentar sus beneficios”.
“Todos pueden hacer lo que quieran, pero yo soy el Ministro de Consumo en el Gobierno de España y mi obligación es proteger los derechos de los consumidores por encima de los intereses de cualquier multinacional o magnate millonario, por muy poderosos que sean”, añadió.
“Vamos a seguir haciéndolo donde sea necesario y a quien sea necesario”, concluyó Bustinduy.
Esta última disputa verbal es parte de la guerra de palabras en curso entre Ryanair y España.
La semana pasada, el presidente del operador aeroportuario Aena, Maurici Lucena, calificó de “chantaje en toda regla” la decisión de la aerolínea irlandesa de reducir los servicios a varios aeropuertos regionales este año.
Ryanair anunció que los vuelos a Jerez y Valladolid terminarán, con otros cinco aeropuertos teniendo horarios reducidos.
Dijo que las tarifas que cobran a las aerolíneas son demasiado altas, pero Aena dice que se trata de €10,35 por pasajero por el uso de pistas, pasarelas y acceso a servicios de seguridad.