El impacto de los trastornos gastrointestinales en la salud mental de las mujeres

Mucho research ha sido conducido sobre la conexión oculta entre trastornos gastrointestinales (GI) y la salud mental. Para mujeres, la conexión puede ser aún más profunda. Este artículo descubre la conexión, por qué las mujeres pueden ser más propensas a experimentar trastornos GI y condiciones de salud mental al mismo tiempo, y qué pueden hacer las mujeres para controlar mejor sus condiciones y vivir una vida más saludable.

La prevalencia de trastornos GI en mujeres

La Asociación Estadounidense de Gastroenterología estima que 60 a 70 millones de estadounidenses sufren de trastornos GI lo suficientemente graves como para interrumpir sus vidas diarias. Estudios muestran que tres de cada cuatro mujeres experimentan síntomas GI al menos una vez al mes en comparación con solo el 57% de los hombres. El síndrome del intestino irritable (SII) es dos a seis veces más común en mujeres, y las mujeres son más propensas a experimentar náuseas frecuentes y estreñimiento crónico que los hombres.

Una razón por la que los problemas GI son más prevalentes en mujeres es que se cree que las mujeres tienen tractos GI genéticamente más sensibles, y sus contenidos estomacales pueden vaciarse más lentamente que los de los hombres, lo que puede llevar a hinchazón y náuseas. Las fluctuaciones hormonales derivadas del embarazo, la menstruación y la menopausia también se cree que juegan un papel.

Desafíos de salud mental enfrentados por mujeres con trastornos GI

El dolor crónico y la incomodidad que experimentan las mujeres con trastornos GI tienen un impacto significativo en su salud mental de formas distintas a las fisiológicas. La diarrea crónica, el dolor de estómago, los intestinos irritables, los vómitos y las náuseas pueden hacer que las mujeres eviten situaciones sociales. Esto puede llevar al aislamiento y al estrés, lo que puede empeorar sus condiciones de salud mental y GI.

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Aunque no está muy investigado, algunos estudios sugieren que “el género femenino, la edad, la fatiga, la actividad de la enfermedad y el uso de esteroides estaban asociados con una mayor insatisfacción con la imagen corporal, que también estaba asociada con una disminución de la calidad de vida”.

¿Cuál es la conexión intestino-cerebro?

Existe una vía de comunicación entre el cerebro y el intestino, un tipo de “vía neural, endocrina e inmunológica bidireccional” conocida como el eje intestino-cerebro (EIC). Básicamente, el cerebro y el intestino están “hablando” continuamente entre sí.

El propósito del EIC es “integrar la actividad funcional en el intestino y vincular los centros emocionales y cognitivos en el cerebro con las funciones periféricas del intestino, junto con sus mecanismos”. Estas funciones incluyen “saciedad, apetito, activación inmunológica, permeabilidad intestinal, señalización enteroendocrina y reflejos entéricos”.

Estrategias para el manejo y apoyo

Varios cambios en el estilo de vida pueden ayudar a las mujeres a gestionar mejor sus síntomas GI. El primero es evitar comer alimentos comúnmente conocidos por causar gases. Estos incluyen manzanas, espárragos, frijoles, brócoli, coles de Bruselas, repollo, coliflor, productos lácteos, champiñones, cebollas, duraznos, peras, ciruelas y productos hechos con trigo. Limitar los alimentos grasos y evitar bebidas carbonatadas, chicle y edulcorantes también puede ayudar. El ejercicio y comer más lentamente son otras estrategias, como dejar de fumar y mantener un peso saludable.

Varios medicamentos de venta libre pueden ayudar, pero se alienta a las mujeres a discutir esto con su gastroenterólogo. Cada mujer es única, y no hay un enfoque único. Ciertos medicamentos pueden ayudar con los gases, mientras que otros pueden ayudar con la acidez estomacal y otros para el reflujo gastroesofágico, etc. En lugar de intentar resolverlo por su cuenta y tratar sus síntomas con varios medicamentos de venta libre, el paso más esencial que las mujeres pueden dar para controlar su trastorno GI es contactar a un especialista en GI que pueda guiarlas hacia un camino de salud y bienestar. Es vital que elijan un profesional que tome un enfoque holístico que también incluya atención de la salud mental.

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Los grupos de apoyo pueden ser inmensamente útiles para las mujeres que viven con trastornos GI. Estos grupos se pueden encontrar en muchas comunidades y a menudo se centran en trastornos específicos como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Las mujeres pueden buscar en línea para encontrar un grupo en su comunidad. Su gastroenterólogo también puede tener una lista de recursos para ayudar.

El viaje hacia una mejor salud mental y física

Los trastornos GI son complejos, disruptivos y sumamente estresantes, con implicaciones fisiológicas, psicológicas y sociológicas. Reconocer la interconexión de estos factores es vital para lograr una buena salud mental y física y una calidad de vida óptima.

Crédito de la foto: Aleksei Morozov, Getty Images

El Dr. Oleana Lamendola con la Asociación de Gastroenterología de Baton Rouge, es una gastroenteróloga certificada con más de 17 años de experiencia. Después de graduarse de la Escuela de Medicina de la Universidad Estatal de Louisiana, completó su residencia y beca en la Universidad del Sur de Florida. También es miembro del Colegio Estadounidense de Gastroenterología y de la Sociedad de Gastroenterología de Louisiana. La Dra. Lamendola eligió la gastroenterología porque combina la medicina procedimental y clínica, ambas de las cuales disfruta. En su tiempo libre, también disfruta escuchando música, cocinando y viajando.

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