Casi cada año, parece que se exagera una pandemia. Yo argumentaría que es porque:
• Le dan a las agencias federales (por ejemplo, el CDC) una forma de justificar su necesidad y obtener financiamiento del Congreso.
• Los medios prosperan enganchando al público a través del miedo y complaciendo a sus patrocinadores (por ejemplo, la industria farmacéutica).
• Sostiene una industria de defensa biológica que utiliza el miedo para obtener mucho dinero (por ejemplo, 27.7 mil millones de dólares en 2023) para “prevenir” pandemias.
• Abordar muchos de los problemas de salud reales que enfrenta nuestro país requiere enfrentar a los intereses creados responsables de ellos y abordar las causas subyacentes de las enfermedades crónicas en el país. En contraste, ir a la guerra contra una enfermedad es mucho más fácil y recibe un mínimo de críticas, pero permite al gobierno presentar la fachada de salvaguardar nuestra salud.
Por lo tanto, frecuentemente veremos una miríada de preventivos de pandemias dudosos que se nos empujan (por ejemplo, la masacre masiva de ganado, la última vacuna de “emergencia”, o antivirales ineficaces y peligrosos como Tamiflu). Sin embargo, a pesar de que la pandemia no se materializa o los preventivos no funcionan, nadie recuerda, y antes de mucho tiempo, el ciclo comienza de nuevo.