Pero a pesar de todos estos altibajos creativos y comerciales, Neil Young siguió siendo un artista inquebrantablemente fiel a sà mismo y a su visión artística. Este set de archivos captura la complejidad y la diversidad de su música durante esta época tumultuosa, mostrando su valentía y su determinación para seguir su propio camino, sin importar las críticas o las expectativas de la industria musical.
En resumen, Neil Young Archives Volume III: 1976-1982 es un testimonio impresionante de la carrera de uno de los músicos más influyentes e icónicos de su generación, mostrando su evolución artística y su constante búsqueda de la verdad a través de su música. Es un viaje fascinante a través de una de las épocas más turbulentas y creativas de la vida de Neil Young, que sigue resonando y sorprendiendo a sus seguidores hasta el día de hoy.
Si eres fanático de Neil Young, este set es una adición esencial a tu colección, ofreciéndote una visión única y completa de la vida y la música de este legendario artista. Y si eres nuevo en su música, este set es un excelente punto de partida para sumergirte en el mundo de Neil Young y descubrir por qué es considerado uno de los mejores músicos de todos los tiempos.
Grabado con el productor y guitarrista Danny Kortchmar (James Taylor, Linda Ronstadt, Billy Joel), el álbum está lleno de sintetizadores y tambores inusualmente potentes, y la producción suena tan insoportablemente anticuada como la banda sonora de un thriller de mediados de los 80.
Afortunadamente, eso fue todo para Young y el synth-pop. El disco final es un conjunto de demos en solitario, varios de ellos excelentes, que irían surgiendo gradualmente en álbumes posteriores durante las décadas siguientes; terminan “Archives Vol. 3” con una nota positiva.
Después de varios años en el desierto, Young estaba encontrando su camino de regreso, y una vez que lo hizo, toda una nueva generación musical estaba allí para él, desde Pearl Jam (con quien grabaría el álbum “Mirror Ball”) hasta Sonic Youth (a quien invitó a abrir su gira “Smell the Horse” de 1991) y todo el género americano en cuya inspiración jugó un papel tan importante. Es de suponer que esa era será abordada en el próximo volumen, que, considerando el ritmo al que Young, de 78 años, está excavando furiosamente en sus archivos, debería llegar dentro de los próximos cuatro o cinco años.
“Archives III” es una montaña de música que llevaría un par de días escuchar de principio a fin (después de 17 discos, simplemente no teníamos la energía para sumergirnos en los cinco discos Blu-Ray que contienen 11 películas). En su haber, Young no se anda con rodeos en esta colección: el material vergonzoso se presenta junto con el mejor material, lo que suma todo para formar un documento con todos los defectos de esos años difíciles. Y, al igual que el nuevo material que Young continúa lanzando hasta el día de hoy, oscila entre lo brillante y lo mediocre y lo defectuoso, pero siempre sin complejos, al igual que el propio hombre, que sigue encontrando nuevas formas de recombinar el mismo puñado de acordes en nuevas canciones y sonidos.