A finales del mes pasado, Irán juró venganza tras la muerte de un alto dirigente de Hamás en Teherán, lo que hizo que muchos israelíes temieran un ataque inminente. Han pasado casi dos semanas y no se ha materializado ninguna respuesta a gran escala, lo que ha dejado en vilo a Israel y a todo Oriente Medio.
La crisis se produce en un momento especialmente delicado en Irán, que, según los analistas, está tratando de formular una respuesta que no permita que un asesinato cometido en su territorio quede impune y evite al mismo tiempo una guerra abierta contra un adversario poderoso. También se produce cuando ha asumido el nuevo gobierno en Teherán, lo que podría estar retrasando la decisión sobre cómo responder.
He aquí un vistazo a la crisis y a los factores que podrían determinar lo que sucederá a continuación:
¿Por qué Irán ha prometido venganza?
Las autoridades de Irán y Hamás han prometido vengar la muerte de Ismail Haniyeh, un alto dirigente de Hamás, que fue asesinado en Teherán el 31 de julio después de asistir a la toma de posesión del presidente iraní, Masoud Pezeshkian. Irán, que respalda a Hamás, culpó a Israel por el asesinato. Los líderes israelíes no han dicho que sus fuerzas fueran responsables.
Un día antes, Fuad Shukr, un alto mando de Hezbolá, que también cuenta con el apoyo de Irán, murió en un ataque aéreo israelí en un suburbio de la capital libanesa, Beirut. El gobierno israelí afirmó que el ataque fue en represalia por un cohete lanzado desde el Líbano que impactó en un campo de fútbol en los Altos del Golán, controlados por Israel, y que mató al menos a 12 personas, en su mayoría adolescentes y niños. Hezbolá ha negado haber llevado a cabo ese ataque.
Pero el asesinato de Haniyeh fue visto como el golpe más duro para Teherán porque tuvo lugar en suelo iraní. En respuesta, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, dio una orden para que Irán atacara directamente a Israel, según tres funcionarios iraníes informados sobre el asunto.
¿Por qué Irán no ha respondido todavía?
Nasser Kanaan, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, dijo que “es necesario castigar a Israel”, haciendo eco de los comentarios de otros altos funcionarios iraníes, pero también afirmó que “Teherán no está interesado en intensificar los conflictos regionales”.
Además, el gabinete del nuevo presidente, incluido el ministro de Asuntos Exteriores, aún no ha sido aprobado, lo que probablemente ha ralentizado las deliberaciones internas, dijo Sanam Vakil, analista de Oriente Medio en Chatham House, un grupo de investigación de Londres.
Al mismo tiempo, Pezeshkian, considerado un reformista, puede intentar equilibrar la necesidad percibida de proyectar fuerza con el interés más amplio de su gobierno en aliviar los efectos de las sanciones económicas occidentales y en impedir que Irán quede aún más aislado internacionalmente, dijo Vakil.
“La respuesta tiene que ser cuidadosamente calibrada para no cerrar de golpe la puerta a las negociaciones con Occidente que podrían llevar a un posible alivio de las sanciones”, dijo Vakil.
Una respuesta militar que se considera en gran medida simbólica también es riesgosa desde la perspectiva de Teherán, pero sería poco probable que disuadiera a Israel de realizar más ataques, dijo Ali Vaez, director del proyecto sobre Irán del grupo de expertos Crisis Group.
Eso deja la opción de una respuesta sustancial, pero eso, a su vez, probablemente provocaría una respuesta israelí mayor, y Teherán no podría controlar el ciclo de escalada que podría seguir, dijo Vaez.
“Israel ha puesto en jaque mate a Irán en esta situación porque a Irán no le quedan buenas opciones”, dijo Vaez. Tanto él como Vakil dijeron que es difícil discernir las intenciones de Irán.
¿Cuál podría ser la respuesta iraní?
Irán podría atacar a Israel desde múltiples direcciones y de distintas formas. Teherán mantiene una red de fuerzas aliadas, entre ellas Hamás, Hezbolá y la milicia hutí en Yemen, lo que le da la capacidad de atacar objetivos desde el norte de Israel hasta el Mar Rojo.
En abril, Teherán atacó a Israel con unos 300 misiles y drones, en respuesta a un aparente ataque israelí contra un complejo de la embajada iraní. Casi todos fueron derribados por las defensas aéreas de Israel con la ayuda de Estados Unidos y otros aliados. Fue el primer ataque directo de Irán después de una guerra clandestina con Israel que se había llevado a cabo durante años por tierra, mar, aire y ciberespacio y, como tal, representó una escalada significativa.
El ataque de abril causó daños leves en una base aérea israelí en el desierto del Néguev y hirió gravemente a una niña de siete años. Ahora Israel se prepara para lo que podría ser un ataque de mayor envergadura.
¿Cómo se prepara Israel?
Las autoridades israelíes han pedido a la población que almacene alimentos y agua en habitaciones seguras fortificadas, y los hospitales han hecho planes para trasladar a los pacientes a pabellones subterráneos. Al mismo tiempo, se han desplegado equipos de rescate en las ciudades.
Los diplomáticos y funcionarios de seguridad de Estados Unidos e Israel tenían conocimiento previo del alcance y la intensidad del ataque iraní de abril, lo que facilitó los preparativos defensivos. Del mismo modo, las casi dos semanas que han transcurrido desde el asesinato de Haniyeh han dado tiempo a Israel para estar más preparado.
La semana pasada, el primer ministro Benjamin Netanyahu dijo que Israel estaba “preparado para la defensa, así como para el ataque”.
Dicho esto, los analistas militares dicen que Irán y Hezbolá podrían superar las defensas de Israel si disparan suficientes misiles simultáneamente. También podrían lanzar enjambres de drones que vuelan a baja altura, lo que dificulta su detección y destrucción.
¿Cómo están respondiendo Estados Unidos y otros países?
Los diplomáticos llevan meses temiendo que los ataques entre Israel e Irán puedan derivar en un conflicto regional que agrave tanto la guerra en Gaza como el conflicto en la frontera de Israel con el Líbano. Por ello, han trabajado para prevenir o minimizar la reacción de Irán.
El ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, aliado de Estados Unidos, ha viajado a Teherán en los últimos días para reunirse con los líderes de ambos países. La semana pasada, Arabia Saudí convocó una reunión de emergencia de la Organización de Cooperación Islámica, un foro de países musulmanes, en la que calificó el asesinato de Haniyeh de violación de la soberanía de Irán, al tiempo que instó a todas las partes a que desescalara la situación.
Estados Unidos ha aumentado su preparación militar. El secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III, ha ordenado el envío de más aviones de combate, buques de guerra y un submarino con misiles teledirigidos a Oriente Próximo en respuesta a las amenazas, tanto para reforzar la capacidad de Israel de frustrar cualquier posible ataque como para reforzar el mensaje de que apoyará al país militarmente.
Al mismo tiempo, el gobierno de Biden ha tratado de impulsar las conversaciones para un alto el fuego en Gaza. El gobierno de Biden y los mediadores árabes están planeando una reunión en la región el jueves para tratar de avanzar hacia un acuerdo. Israel ha dicho que enviará a sus negociadores, pero Hamás no ha dicho si participará.