El drama familiar real ‘Ena’, destacado de España en Mipcom, Desglosado por las estrellas Kimberly Tell y Joan Amorós

“Ena – Reina Victoria Eugenia”, la proyección más destacada de las celebraciones del País de Honor de España de Mipcom, comienza con fuerza.

Victoria Eugenia de Battenberg, nieta más joven de la reina Victoria, se casa con Alfonso XIII de España en el Real Monasterio de San Jerónimo de Madrid el 31 de mayo de 1906. Las espléndidas primeras escenas muestran a la pareja después de la boda en su carruaje, Ena sonriendo mientras la multitud grita su nombre como carruaje real. pasa rápidamente.

Pero su felicidad duró menos de dos kilómetros, la distancia entre Los Jerónimos y la calle Mayor del casco antiguo de Madrid, donde un anarquista lanza una bomba. Las escenas iniciales terminan con Ena y Alfonso desplomados inconscientes en su carruaje.

Creada por Javier Olivares de ‘El Departamento del Tiempo’ y dirigida por Anaïs Pareto y Estel Díaz, “Ena” está producida por la cadena pública española RTVE y es el mayor drama real de España hasta la fecha.

Lo que no es, sin embargo, es una imitación de “The Crown” o “Maxima”.

Después de todo, éste es un drama real español. Eso se reduce de varias maneras. Por un lado, “Ena” no siempre es drama. Los flashbacks de un año antes de la boda ocupan la mayor parte del Episodio 1, que tuvo su estreno mundial en Mipcom el lunes por la noche, y relata el noviazgo de Alfonso con Ena. Esto se presenta como una comedia romántica ligera, que captura su coqueteo casi inocente. “Me quedé dormido soñando contigo y desperté agarrado a mi almohada”, le escribe Alfonso en una carta.

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La madre de Alfonso, María Cristina, una snob empedernida, también es blanco de bromas. “Ramones”, le dice al presidente del Gobierno de España, “eres un conde, ¿verdad?” Lo que implica que es sólo un conde. “Sí, señora”, responde. “Entonces actúa como posadero”, le ordena, refiriéndose a su búsqueda de alojamiento para los invitados a la boda.

También hay un elemento de suspenso. Desheredado por su padre industrial catalán, Mateo Morral cae bajo la influencia del anarquista barcelonés Francisco Ferrer y jura hacer algo práctico para promover la causa de los desfavorecidos. Recomendado para crear “una tremenda reorganización”, arroja un ramo al carruaje de la boda real, atado a una bomba.

Asimismo, Ena interviene con un gran sentido de premonición histórica. “Un poco más de pasión, querida”, aconseja Alfonso a Ena mientras saludan a la multitud afuera de la iglesia. “Si no están contentos con nosotros, podrían deshacerse de nosotros”, añade.

Alfonso, en esto, tenía toda la razón. En 1931 España fue declarada República y Alfonso vivió el resto de sus días en el exilio.

En la primera escena de la serie, Ena parece tímida y proviene de una familia de hemofílicos. Pero ella hizo lo mejor que pudo. Casada con el mujeriego Alfonso, Victoria Eugenia de Battenberg siguió adelante y tuvo seis hijos, incluidos hijos pequeños hemofílicos, la llamada gripe española de 1918, el exilio y dos guerras mundiales.

Adorada por la reina Victoria, con quien vivió en Balmoral, Escocia cuando era niña, vivió mucho tiempo para estar en el bautismo de su bisnieto Felipe, uniendo a la realeza que gobernó en Europa desde 1832 hasta el día de hoy.

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“No llores, Ena, nadie debe saber de tu dolor, y no rías, nadie debe saber de tus emociones”, recuerda que le aconseja la reina Victoria en un breve flashback.

“Serás infeliz”, predice su tío Eduardo VII. “Y no vuelvas a Inglaterra con el rabo entre las piernas”, la reprende.

Necesitará ese estoicismo a lo largo de esta serie ambiciosa y sensible, también el título principal en Mipcom de la emisora ​​pública española, RTVE, cada vez más abierta al exterior, que produce con Cometa TV.

Los espectadores sentirán que la vida de Ena y la serie girarán en torno a su batalla por algún tipo de felicidad, a pesar de todo.

Variedad Charló con las estrellas Kimberly Tell y Joan Amargós en Mipcom, sobre “Ena”.

El primer episodio contradice muchas expectativas al mostrar que Ena no fue obligada a casarse, sino que lo hizo por amor….

Kimberly Tell: Sí, los comienzos fueron como un cuento de hadas, en el que ella iba a convertirse en Reina. Miró hacia el futuro con gran esperanza. Pero se casó porque estaba enamorada de Alfonso, no para ser Reina. Están enamorados como dos adolescentes.

Tal como lo interpretas, Joan, Alfonso XIII era sumamente encantador. Incluso Luis Buñuel, comunista y surrealista, en su autobiografía “Mi último aliento” tiene una opinión relativamente benigna sobre él.

Joan Amargós: Churchill dijo que Alfonso XIII era el hombre más encantador que había conocido. Una amiga mía, la actriz Marí Hervás, dijo una vez que nos atrae la gente que hace cosas que no nos permitimos hacer. Alfonso XIII era como un niño pequeño que rompía todas las reglas, porque había sido terriblemente mimado por su madre. El comportamiento infantil puede resultar atractivo a corto plazo.

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¿Y a más largo plazo?

Amargós: Era como si Alfonso no fuera consciente de las consecuencias de su comportamiento.

Decir: Tal vez porque vino a España y al principio no entendía el idioma, Ena fue mucho más observadora de lo que pasaba a su alrededor.

En un momento del Ep. 1, Morral habla en París con un compañero revolucionario que “no puede ser que algunas personas vivan en una opulencia tan obscena y otras en la miseria absoluta”, y la serie pasa a Ena, probándose vestidos y sombreros a la última moda, preparándose para su boda. Este también es un trabajo de temática social….

Decir: Sí, pero como la serie está contada desde el punto de vista de las parejas, empiezas a empatizar con ellas y a comprender su situación. Todos somos humanos y tenemos los mismos sentimientos elementales. Además, Ena no era una figura decorativa que reaccionaba a lo que veía. Apoyó a la Cruz Roja Española, cuyo trabajo –aunque no sólo en España– fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz en 1917.

¿Y cómo se dirige “Ena”?

Decir: Es como si cada episodio fuera su propia película, con un estilo y ritmo diferente.