Ezra es una joya cinematográfica que destaca como una de las películas más sinceras y cautivadoras del año. Dirigida por Tony Goldwyn, esta película entrelaza de manera hermosa el humor, el drama y una auténtica representación de la neurodivergencia, creando una narrativa que resuena profundamente con el público.
La historia gira en torno a Max Bernal, un ex escritor de comedia convertido en comediante, interpretado por Bobby Cannavale. Max está navegando por las complejidades de co-criar a su hijo autista, Ezra, con su ex esposa Jenna, interpretada por Rose Byrne. La actuación de Cannavale es extraordinaria, capturando las luchas y la determinación de Max con una autenticidad cruda. Su química con Byrne agrega profundidad a la relación tensa pero amorosa de sus personajes, haciendo que sus interacciones sean creíbles y conmovedoras.
Crédito de la imagen: IMDB
William Fitzgerald, quien interpreta a Ezra, ofrece una actuación destacada que es a la vez matizada y genuina. Su representación de un niño en el espectro autista es refrescantemente precisa y desinteresada, proporcionando una representación muy necesaria de la neurodivergencia en el cine. El talento natural de Fitzgerald brilla, haciendo de Ezra un personaje con el que el público puede empatizar y animar.
Robert De Niro, como el padre de Max, Stan, añade otra capa de profundidad emocional a la película. Su personaje, un ex chef que ahora trabaja como portero, brinda una presencia sólida y una fuente de sabiduría y apoyo para Max. La actuación de De Niro es sutil pero poderosa, mostrando su habilidad para transmitir emociones complejas con un diálogo mínimo.
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La narrativa de la película está bellamente elaborada, equilibrando momentos de humor con un drama familiar conmovedor. El guion, escrito por Tony Spiridakis, evita los clichés y en cambio se centra en los auténticos desafíos y triunfos de criar a un niño neurodivergente. La subtrama que involucra la audición de Max para Jimmy Kimmel añade una dinámica interesante, destacando las presiones y aspiraciones que impulsan a su personaje.
Visualmente, Ezra es impresionante. La cinematografía captura los momentos íntimos de la vida familiar con un toque delicado, mientras que el uso de la iluminación y el color realza el tono emocional de la película. La dirección de Goldwyn es segura y sensible, permitiendo que la historia se desarrolle de forma natural y manteniendo al público comprometido en todo momento.
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El elenco de apoyo, que incluye a Whoopi Goldberg y Vera Farmiga, también ofrece actuaciones sólidas, añadiendo profundidad y riqueza al conjunto de la película. Cada personaje está bien desarrollado y contribuye significativamente a la narrativa general, haciendo de Ezra una verdadera obra de conjunto.
Uno de los aspectos más loables de Ezra es su compromiso con la autenticidad. La película no evita los desafíos enfrentados por las familias con miembros neurodivergentes, sino que aborda estos problemas con compasión y comprensión. Esta autenticidad es lo que hace que la película sea tan relatable e impactante.
En conclusión, Ezra es un triunfo de narración y actuación. Es fácilmente una de las mejores películas que he visto este año, que no solo entretiene, sino que también educa e inspira. Con sus fuertes actuaciones, especialmente las de Cannavale, Byrne y Fitzgerald, y su narrativa conmovedora, Ezra es una película que no te puedes perder si buscas una obra que sea emocionalmente resonante y provocadora de pensamientos.
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