El camino que corre junto al canal post-transferencia a su paso por Orihuela Costa seguirá abierto al tráfico peatonal, al menos por el momento, solo con la prohibición actual que impide el acceso a vehículos motorizados.
El martes pasado, el tema se discutió durante una reunión entre el Ayuntamiento de Orihuela y la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS).
El lío surgió después de que la CHS amenazara con cerrar completamente el camino al tráfico tras la amenaza de emprender acciones legales lanzada en una carta por el Presidente del Partido por la Independencia de Orihuela Costa (PIOC), Román Jiménez.
Jiménez dijo que el estado de este camino es peligroso y carece de mantenimiento. Puso como ejemplo el estado del pasamanos en el puente que cruza el canal entre las calles Papaya y Estrecho de Mesina, cerca de Villamartín. El pasamanos cedió y, en lugar de ser reemplazado, se ha acordonado con vallas portátiles unidas con cinta policial.
El Consejo, responsable de la reparación – y no la CHS – ahora dice que lo reparará.
La CHS dice que el camino solo puede usarse oficialmente para tareas de mantenimiento del canal, sin embargo, han dicho que las conversaciones continúan con el Ayuntamiento, que, a su vez, reconoce nada más allá de que el tema se abordó en la reunión del martes pasado.
El conflicto preocupa al equipo de gobierno municipal. Es un camino ampliamente utilizado por los residentes para caminar y correr como un refugio pacífico y llano en medio del torbellino urbano de la costa de Orihuela. El Consejo, por lo tanto, no quería que la mayoría de los residentes fueran penalizados por un cierre sorpresa.
Esto también fue compartido por la Asociación de Vecinos de Cabo Roig y Lomas, (AVCRL), que también solicitó un acuerdo bilateral entre ambas instituciones que regule el uso y mantenimiento del camino.
En el pasado, tras su mal uso, la CHS ya ubicó puertas metálicas y bloques de hormigón para evitar el paso de vehículos que utilizaban este camino como atajo entre Orihuela Costa y San Miguel de Salinas pero ahora, habiendo puesto fin al peligro de accidentes de tráfico, lo más grave que podría suceder sería que un peatón o ciclista cayera accidentalmente al canal que canaliza agua de riego desde La Pedrera hasta el Campo de Cartagena.