El calor extremo mató a 47,000 personas en Europa el año pasado: España registró la segunda mayor cantidad de muertes.

A medida que el calor del verano se intensifica en España, un nuevo informe ha revelado que el intenso calor que afectó a Europa el año pasado convirtió al 2023 en el año más caluroso a nivel mundial registrado.

También fue el segundo más mortal, con más de 47,000 muertes relacionadas con el calor registradas en todo el continente.

La investigación, publicada en Nature Medicine, encontró que España experimentó más de 8,300 muertes relacionadas con el calor el año pasado, lo que la convierte en uno de los países más afectados por las altas temperaturas.

Sin embargo, esta cifra es menor que el número de muertes relacionadas con el calor en 2022, cuando fallecieron 11,300 personas en España, y 61,600 en todo el mundo.

El calor extremo alcanza Madrid. Los termómetros en las paradas de autobús se disparan (Crédito de la imagen: © Richard Zubelzu/ZUMA Press Wire)

Los países del sur de Europa sufrieron más el impacto de la ola de calor, siendo Grecia el país con la mayor tasa de mortalidad con 393 muertes por millón de habitantes.

Le siguieron Bulgaria con 229 muertes por millón y Italia con 209 muertes por millón.

España (175 muertes por millón), Chipre (167 muertes por millón) y Portugal (136 muertes por millón) le siguen en la lista.

En total de muertes, Italia ocupa tristemente el primer lugar con 12,743 muertes, mientras que España tuvo 8,352 y Alemania sufrió 6,376 muertes relacionadas con el calor.

A continuación se encuentran Grecia, con 4,339; Francia, con 2,734; y Rumanía, con 2,585.

El estudio también destacó el impacto desproporcionado del calor en las poblaciones vulnerables, siendo las personas mayores y las mujeres particularmente vulnerables.

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Se encontró que la tasa de mortalidad entre las mujeres era un 55% más alta que la de los hombres, y las personas mayores de 80 años eran particularmente vulnerables, con una sorprendente tasa de mortalidad un 768% más alta en comparación con los grupos de edad más jóvenes.

El estudio revela que la mayoría de estas muertes ocurrieron durante olas de calor intensas a mediados de julio y finales de agosto, períodos en los que las temperaturas se dispararon en toda Europa.

Sin embargo, la investigación también mostró que Europa ha avanzado en la adaptación a las olas de calor, con medidas como sistemas de alerta temprana y campañas de salud pública que han ayudado a reducir el número de muertes.