El boxeo ya está en las cuerdas olímpicas después de una épica pelea entre su organismo rector desterrado y el COI. Aunque el deporte ha sido un pilar de los programas olímpicos durante más de un siglo, podría ser eliminado antes de los Juegos de Los Ángeles si no se producen cambios significativos en la gobernanza en el próximo año.
Las peleas siguen en los Juegos de París de este mes, pero este torneo se verá como nada que los fanáticos hayan visto en décadas, para bien en algunos aspectos y probablemente para mal en otros.
Doce años después de que el boxeo femenino hiciera su debut olímpico con solo 36 luchadoras en tres categorías de peso en Londres, el deporte probablemente ha logrado la paridad de género, alcanzando el objetivo general del movimiento olímpico. Con más o menos algunas adiciones de última hora o abandonos, la mitad de los 248 boxeadores en París serán mujeres que pelearán en seis categorías de peso.
Pero este hito se alcanzó al reducir drásticamente el número de boxeadores masculinos en un campo general que será el más pequeño para el boxeo olímpico desde 1956. Si bien habrá 23 mujeres más peleando en París que en Tokio hace tres años, también habrá un impresionante número de 63 hombres menos, y pelearán en solo siete categorías de peso, la menor desde 1908.
De hecho, París tendrá decenas menos de boxeadores que en todos los demás Juegos en el siglo XXI. Los 248 luchadores en París son una sombra de los 432 que participaron en Seúl en 1988, e incluso están significativamente por debajo de los 289 boxeadores que participaron en Tokio.
El entrenador en jefe de USA Boxing, Billy Walsh, ha sido un firme defensor del deporte femenino desde que entrenó a Katie Taylor de su natal Irlanda para ganar una medalla de oro en Londres, y dice que la adición de tres categorías de peso femeninas en los Juegos de París es “fantástica”.
Walsh reconoce las desventajas del crecimiento del deporte cuando se enfrenta al límite habitualmente firme del COI sobre el número total de participantes olímpicos. Es raro agregar más atletas a un deporte olímpico tradicional, especialmente cuando el COI está agregando nuevos deportes de moda a cada Juego.
“Es triste en cierto sentido para los hombres”, dijo Walsh, quien compitió por Irlanda en los Juegos de Seúl en 1988. “Porque cuando yo boxeaba, había 12 divisiones de peso (masculinas). Pasaron a 10, y después a ocho, y ahora estamos en siete”.
En Río de Janeiro hace ocho años, 250 hombres tuvieron el honor definitorio de ser boxeadores olímpicos. Ese número se ha reducido a la mitad solo ocho años después, con 124 hombres compitiendo en tres categorías de peso menos que en Río.
El boxeo masculino en París tendrá sus menos categorías de peso desde 1908 en Londres, donde el segundo torneo de boxeo en los Juegos Olímpicos modernos se disputó en solo cinco pesos. Tres años antes en Tokio, el boxeo masculino ya había bajado a ocho categorías de peso por primera vez desde 1948.
Esto significa que ya no hay una categoría de peso olímpica entre los 71 kilogramos (156 libras) y los 80 kilogramos (176 libras). Los pesos medianos profesionales pelean en 160 libras, y los supermedianos se pesan en 168 libras, pero cualquier luchador que no pudiera bajar o subir a los límites olímpicos se quedaba sin suerte.
Esto preocupa a Walsh y a muchos otros en el deporte. La eliminación de categorías de peso anima a los luchadores a estirar los límites de sus cuerpos para ver si pueden encajar en una categoría de peso menos que ideal para la clasificación, y eso puede llevar a desajustes arriba y abajo de las escalas.
“Cuando hemos reducido los números, también ha habido una gran brecha en las divisiones de peso”, dijo Walsh. “Hay tanta brecha ahora. Hay una razón por la que hay (categorías de peso). Es por el poder del golpe. Estos chicos te están lastimando. Hay daño que puedes hacer. Si algún chico apenas está llegando a la división welter, tiene que ponerse 10 kilos, y el otro chico está bajando de cuatro o cinco kilos por encima de eso, hay mucho poder en el golpe. Es un deporte de combate, y la gente resulta herida, se lesiona. Me preocupa eso”.
Menos luchadores en general significa equipos más pequeños para muchas naciones, y menos oportunidades de ganar medallas de oro, incluso para las potencias tradicionales del deporte.
Estados Unidos, que ha ganado la mayor cantidad de medallas totales y medallas de oro en la historia olímpica, clasificó a ocho luchadores para París bajo un desafiante nuevo sistema de clasificación administrado por el grupo de trabajo del COI que supervisa el torneo. El equipo estadounidense tendrá menos luchadores que Australia, que tuvo un camino extraordinariamente fácil a París bajo el nuevo sistema, Brasil, Irlanda o las modernas potencias del boxeo aficionado Uzbekistán y Kazajistán.
Cuba, que ocupa el segundo lugar detrás de Estados Unidos en logros olímpicos, tendrá solo cinco luchadores en los Juegos de París después de que dos hombres no lograran asegurar un lugar durante el torneo de clasificación final. Cuba tampoco tiene mujeres en su equipo por cuarta vez consecutiva en los Juegos Olímpicos, a pesar de que la nación levantó tardíamente su prohibición interna sobre el deporte femenino a fines de 2022.
Sin embargo, la pequeña delegación cubana incluye a los dos veces campeones olímpicos Arlen López y Julio César La Cruz. Ambos intentarán unirse a László Papp de Hungría y a los cubanos Teófilo Stevenson y Félix Savón como los únicos campeones olímpicos de boxeo en tres ocasiones.
El campo más pequeño dará lugar a un tipo diferente de competencia en París: menos peleas con mayores apuestas. Eso podría ser emocionante, especialmente cuando los luchadores más frescos pasen a las rondas de medallas, que se celebrarán en el famoso complejo de tenis Roland Garros.
Muchos luchadores solo necesitan ganar dos peleas para asegurar una medalla olímpica, incluidos todos los hombres que luchan en peso pesado y peso superpesado. Ambas divisiones tienen solo 16 competidores, y ninguna categoría de peso en los Juegos de París tiene más de 22 luchadores.
El torneo ni siquiera se extenderá durante toda la Olimpiada: por primera vez en décadas, la competencia de boxeo concluirá un día antes de la ceremonia de clausura.
“Será diferente, eso es seguro”, dijo Walsh. “Pero será emocionante”.
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