She talks about the challenges of being a mother while also maintaining the physical demands of ballet. Dronina is shown in moments of vulnerability and strength, showcasing the dedication and resilience required to excel in the art form.
Overall, Swan Song provides a raw and honest look at the world of ballet, highlighting the physical and emotional toll it takes on its practitioners. Through the stories of Karen Kain, Neve Campbell, Shaelynn Estrada, and Jurgita Dronina, we see the passion, pain, and perseverance that define the lives of ballet dancers. It is a tribute to the beauty and brutality of ballet, and a reminder of the sacrifices and struggles that come with pursuing excellence in this demanding art form.
Ha estado luchando con una lesión nerviosa agonizante durante ocho años pero ha mantenido en secreto, y solo la revela en cámara en la antesala del estreno.
Hay mucho drama detrás del escenario, pero la razón principal de la nueva producción fue que Kain sintió que faltaba drama en realidad en el escenario. Las muchas versiones de El lago de los cisnes disponibles eran demasiado académicas, no lo suficientemente desgarradoras; ella quería un ballet que la hiciera llorar. Un cambio del que habla es querer que las doncellas cisnes que son maldecidas por el hechicero Von Rothbart parezcan mujeres reales que han sido secuestradas y son víctimas de la violencia masculina, en lugar de solo criaturas de cuentos de hadas.
Esta producción se basa en la versión de 1967 de Erik Bruhn, con nuevo material coreografiado por Robert Binet. Fue el El lago de los cisnes de Bruhn en el que Kain debutó, a los 19 años. Bruhn fue el gran amor de la vida de Nureyev, y Nureyev fue fundamental en la propia carrera de Kain. “Era demasiado alta para él pero a él no le importaba”, recuerda. “Simplemente estaba decidido a que iba a tener una carrera. Él iba a hacerme una mejor bailarina”. Lo que aprendió de Nureyev fue el trabajo duro. “Su ética de trabajo era extraordinaria. No sé cómo hizo lo que hizo, no podíamos seguirle el ritmo”, se ríe. “Hacía siete funciones a la semana de La bella durmiente, y añadió cinco nuevas variaciones [solos] para él mismo, y allí estaba al día siguiente en clase, trabajando más duro que nadie”.
Kain se muestra en la película como serena y sonriente, pero sabes que hay acero debajo. “No tengo paciencia con las personas que no se preocupan tanto por lo que están haciendo como yo lo hacía”, dice. Sin embargo, está claro en Swan Song que nadie presiona a los bailarines más de lo que ellos mismos se presionan. A medida que las cosas se ponen tensas en la antesala del estreno, el podómetro de un bailarín muestra que han recorrido 5 km en un acto, y eso es solo uno de los muchos ensayos. Binet reflexiona sobre “esta cuestión de qué vale la pena y qué es demasiado”. Pero el ballet es una vocación para estos bailarines. “¿Por qué alguien querría trabajar tan duro y sufrir tanto, como hacen los bailarines, si no fuera una vocación?”, dice Kain. “Si no lo amaran tanto, sería demasiado difícil”. Ella sonríe. “Pero no es tan difícil cuando lo amas”.