El número total de muertes causadas por el ciclón Chido en el territorio francés de ultramar de Mayotte no se conocerá por algún tiempo, dijeron las autoridades.
“Tomará días y días”, dijo el ministro del Interior interino de Francia, Bruno Retailleau, durante una visita al archipiélago el lunes.
El prefecto local, François-Xavier Bieuville, dijo a la emisora de radio local el domingo por la noche que pensaba que “seguramente varias cientos” de personas habían muerto en la tormenta.
Según un informe preliminar de las autoridades del lunes por la mañana, hasta ahora se han confirmado 20 muertes, informó la emisora France Info.
Se registraron más de 250 heridos.
El territorio de ultramar francés de Mayotte se encuentra en el Océano Índico entre la costa del país africano del sureste, Mozambique, y la nación insular de Madagascar.
Aproximadamente 310,000 personas viven en el archipiélago. El ciclón Chido azotó Mayotte el sábado con ráfagas de más de 220 kilómetros por hora, dejando un rastro de devastación.
Retailleau dijo que la mayoría de las viviendas pobres han sido destruidas por el huracán. Miles de hogares están sin electricidad, y también hay problemas con el suministro de agua y la red telefónica.
Las carreteras están bloqueadas y algunas áreas están incomunicadas. En la capital de la isla, Mamoudzou, el hospital y las escuelas también resultaron afectados, según informes.
Los rescatistas en el territorio de ultramar buscaron urgentemente sobrevivientes el lunes.
El coronel Alexandre Jouassard del Centro de Crisis Interministerial dijo al canal de televisión público France 2 que todavía hay esperanza de encontrar personas con vida. “Las próximas horas son muy importantes. Hemos desplegado equipos especializados en la búsqueda entre los escombros”, dijo Jouassard.
Incluso varios días después de la tormenta, todavía se pueden encontrar víctimas, dijo, agregando: “Esta es nuestra prioridad.”
Mientras tanto, la provisión de atención médica local es un desafío. La ministra de Salud interina de Francia, Geneviève Darrieussecq, describió la situación en France 2 como “muy deteriorada, con un hospital gravemente dañado y centros de salud no funcionales.”
Ella subrayó la necesidad de vigilancia respecto a enfermedades transmisibles, que podrían surgir del consumo de agua contaminada o alimentos en mal estado.
Desde que golpeó Mayotte, Chido se dirigió a Mozambique en el continente africano, donde la tormenta alcanzó velocidades de hasta 240 kilómetros por hora.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), destruyó y dañó numerosas viviendas, escuelas y centros de salud en la provincia del norte de Cabo Delgado.