Ejecuciones en el nivel más alto desde 2015, según Amnistía Internacional.

El número de ejecuciones estatales en todo el mundo ha alcanzado su nivel más alto en diez años, según un nuevo informe de Amnistía Internacional.

Más de 1,500 ejecuciones registradas tuvieron lugar en 2024, con Irán, Iraq y Arabia Saudita representando un total combinado de 1,380 y Estados Unidos 25, según encontró la organización benéfica.

A pesar de este aumento, el informe también encontró que el número total de países que llevan a cabo la pena de muerte se mantuvo en 15, la cifra más baja registrada por segundo año consecutivo.

La Secretaria General de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, dijo que “la marea está cambiando” en cuanto a la pena capital, añadiendo que “es solo cuestión de tiempo hasta que el mundo esté libre de la sombra de la horca”.

Aunque estas cifras son las más altas desde 2015, cuando al menos 1,634 personas fueron sometidas a la pena de muerte, es probable que la cifra total sea más alta.

Amnistía Internacional dice que la cifra no incluye a los asesinados en China, donde cree que se llevan a cabo miles de ejecuciones cada año. Corea del Norte y Vietnam tampoco están incluidos.

Los datos sobre el uso de la pena de muerte están clasificados como un secreto de estado tanto en China como en Vietnam, lo que significa que la organización benéfica no ha podido acceder a estadísticas.

Otros obstáculos, como las prácticas restrictivas de los estados o las crisis en curso en Gaza y Siria, significaron que poca o ninguna información estaba disponible para esas áreas.

El informe, titulado Sentencias y Ejecuciones de Muerte 2024, citó que Irán, Iraq y Arabia Saudita fueron responsables del aumento general de las ejecuciones conocidas.

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Iraq casi cuadruplicó sus ejecuciones, pasando de al menos 16 a al menos 63, mientras que Arabia Saudita duplicó su total anual de 172 a al menos 345.

Las ejecuciones en Irán aumentaron de al menos 853 en 2023 a al menos 972 en 2024.

El informe también dijo que las dos principales razones del aumento en el uso de la pena capital se debieron a “países utilizando la pena de muerte contra manifestantes” y por “crímenes relacionados con drogas”.

La organización benéfica encontró que más del 40% de las ejecuciones en 2024 se llevaron a cabo por delitos relacionados con drogas, lo cual dijo que era ilegal según el derecho internacional de los derechos humanos.

En 2024, Zimbabue aprobó una ley que abolía la pena de muerte para delitos comunes y, desde septiembre de 2024, el mundo ha visto dos casos en los que los condenados a muerte en Japón y Estados Unidos han sido absueltos y se les ha concedido clemencia respectivamente.

La organización benéfica también dijo que más de dos tercios de todos los estados miembros de la ONU votaron a favor de un moratorio sobre el uso de la pena de muerte el año pasado.