La tecnología siempre ha jugado un papel en la medicina, pero en los últimos años, ha alterado fundamentalmente la relación entre proveedor y paciente. Ha sido mi privilegio experimentar de primera mano lo lejos que ha llegado nuestra industria a lo largo de mis años como oftalmólogo y director médico en Nextech. Ahora tenemos a nuestro alcance herramientas digitales poderosas que simplifican los flujos de trabajo, reducen las cargas administrativas y apoyan una atención al paciente más significativa. Por emocionante que sea explorar hasta dónde nos puede llevar la nueva tecnología, es imperativo que fortalecer nuestras conexiones con los pacientes siga siendo la luz rectora en nuestro camino hacia adelante.
Los proveedores han navegado tanto beneficios como desafíos desde que la Ley HITECH de 2009 aceleró la adopción de registros médicos electrónicos (EHRs). La documentación digital mejora la accesibilidad y organización de datos, sin embargo, muchos EHRs pueden ser engorrosos y distraer la atención de los pacientes. Estamos viendo una relación más simplificada entre el ser humano y la máquina a través de la aparición y aumento de la aceptación de la inteligencia artificial (IA).
Herramientas actuales automatizan tareas repetitivas, permitiendo a los proveedores centrarse en la atención al paciente. Los escribas de IA, por ejemplo, escuchan pasivamente las consultas y generan notas médicas estructuradas en tiempo real. Ahora puedo mantener contacto visual, escuchar activamente, participar en conversaciones más significativas y reiterar la confianza con mis pacientes en lugar de escribir detrás de una pantalla. Es una clara mejora con respecto al pasado.
Recuerdo los viejos tiempos de garabatear notas en cartas de papel y pasar horas dictando cartas después de ver a los pacientes. Eso no era eficiente, ni la mejor manera de brindar atención de calidad. Ahora, la tecnología garantiza que la documentación se complete con precisión y rapidez, liberando más tiempo para prioridades de alta calidad.
Una preocupación común sobre la tecnología en la medicina es que podría alienar a los pacientes mayores. Sin embargo, en mi experiencia, las herramientas de IA pueden hacer que la atención médica sea más accesible en todas las generaciones. Por ejemplo, la programación automática de citas y el manejo de recetas reducen la complejidad para navegar por los sistemas de atención médica. Incluso los pacientes que no son expertos en tecnología se benefician de tiempos de espera minimizados, menos papeleo y una eficiencia general mejorada.
La IA permite a los proveedores participar en conversaciones valiosas y personales cara a cara. Estas herramientas ayudan a los clínicos a tranquilizar a los pacientes, especialmente a aquellos que puedan sentirse intimidados en un entorno médico, con atención y conexión personal mientras la tecnología maneja la documentación en segundo plano. El objetivo de la tecnología es mejorar la experiencia del paciente, potenciar la atención de calidad y fomentar una comunicación sólida y colaboración desde la primera interacción con el paciente hasta la facturación y más allá.
Un beneficio significativo de la tecnología es la mejora de la colaboración entre los proveedores de atención médica. Un registro médico bien organizado y fácilmente accesible permite a los especialistas, proveedores de atención primaria y personal mantenerse alineados con el plan de tratamiento de un paciente.
Recibo con frecuencia referencias de otros proveedores. En lugar de esperar registros en papel o buscar a través de documentación incompleta, puedo revisar instantáneamente el historial del paciente, los resultados de pruebas y tratamientos anteriores. Esto asegura que pueda brindar atención informada desde el momento en que un paciente entra a mi consultorio.
Los pacientes también se benefician de esta conectividad. Las plataformas digitales les permiten acceder a sus propios registros médicos, dar seguimiento a los planes de tratamiento y comunicarse de manera más eficiente con sus proveedores. El intercambio de información en tiempo real reduce retrasos y previene malentendidos, lo que lleva a mejores resultados.
La integración de nueva tecnología en la atención médica no está exenta de obstáculos: el costo, la carga administrativa y la resistencia al cambio presentan desafíos. Muchos proveedores, especialmente aquellos en consultas más pequeñas, se preocupan por la inversión financiera necesaria para implementar herramientas de IA.
Además, la tecnología mal diseñada puede causar más frustración de la que resuelve. Algunos sistemas de EHR siguen siendo engorrosos, y las herramientas de IA que no son intuitivas pueden ralentizar a los usuarios finales en lugar de mejorar los flujos de trabajo. La IA debe estar adecuadamente entrenada, revisada por pares y seguir las mejores prácticas de la industria para garantizar que los sistemas que elija su práctica eviten inexactitudes e ineficiencias.
Una implementación cuidadosa puede abordar estos desafíos. Los desarrolladores deben priorizar la precisión, la retroalimentación de los usuarios finales y la experiencia proveedor-paciente para crear soluciones que sean intuitivas y accesibles en diferentes entornos de atención.
El futuro de la tecnología en la atención médica es prometedor, pero requiere una consideración cuidadosa. La IA ofrece mejoras significativas en tareas laboriosas y repetitivas. Pero su verdadero valor radica en su capacidad para mejorar, no reemplazar, el lado humano de la medicina. Algunos escépticos temen que la tecnología eliminará la necesidad de la conexión humana; yo he encontrado lo contrario. En cambio, estas herramientas capacitan a los proveedores al eliminar tareas tediosas, permitiéndoles centrarse en la toma de decisiones críticas y la atención al paciente.
Una cosa sigue siendo clara a medida que la atención médica continúa evolucionando, la tecnología no es el futuro de la medicina; es el presente. Cuando se implementan de manera efectiva, las soluciones compatibles con la IA mejoran la eficiencia y precisión y fortalecen la relación proveedor-paciente. En última instancia, la mejor tecnología es aquella que permite a los médicos hacer lo que mejor saben hacer, cuidar a sus pacientes.
Imagen: Yuichiro Chino, Getty Images
El Dr. Jason Handza es el Director Médico de Nextech, ayudando a avanzar en las soluciones clínicas de la empresa. Con más de 20 años de experiencia, es Socio Fundador y oftalmólogo especialista en retina en Sight360 en Tampa, Florida. También es el Director e Investigador Principal en el Centro de Investigación Clínica de Sight360 en Pinellas Park, Florida.
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