Miquel Deyà, el administrador del Aparthotel Sol y Mar en Cala Bona está demandando al propietario del establecimiento por difamación. Esto está relacionado con la reciente ocupación del hotel por okupas.
Está reclamando 500.000 euros en daños, ya que el propietario insinuó que Deyà y su empresa eran ellos mismos okupas y habían promovido la ocupación por parte de otros porque supuestamente le debían al propietario 240.000 euros. Deyà afirma que estas declaraciones son “totalmente falsas” y ha pedido al propietario que las retracte.
Según los okupas, la ocupación comenzó en noviembre después de que terminara la temporada de 2024 y cuando se cortó el suministro de agua y electricidad. Sin embargo, el asunto aparentemente salió a la luz por primera vez el 12 de enero. Los últimos cuatro okupas se fueron unos días después.
Fueron acusados por el administrador de usurpación y de haber causado daños, mientras que los okupas lo denunciaron por coacción, detención ilegal y allanamiento de morada. Se marcharon después de llegar a un acuerdo de que no se tomarían medidas en su contra.
El propietario sugirió que la ocupación era sospechosa, dado que se exigía el pago de la supuesta deuda. Se mantuvo que Deyà, lejos de ser la verdadera víctima de la ocupación, era él mismo un okupa con una ocupación sospechosa que coincidía con una ocupación que había ocurrido algún tiempo atrás, por parte de trabajadores a los que no se les pagó por su trabajo. Esto se utilizó “para que pagáramos una cantidad como préstamo que tampoco nos ha sido devuelto”.