El Reloj del Juicio Final que simboliza lo cerca que está la humanidad de la destrucción ha sido movido un segundo adelante a 89 segundos antes de la medianoche, lo más cerca que ha estado nunca. El Boletín de los Científicos Atómicos (BAS) – que ajusta el reloj anualmente – dijo que las amenazas nucleares, posibles mal usos de avances en biología e inteligencia artificial, así como el cambio climático, eran los factores clave. Daniel Holz, presidente del Consejo de Ciencia y Seguridad del Boletín, dijo que el último movimiento fue “una advertencia a todos los líderes mundiales”. El reloj fue originalmente colocado a siete minutos antes de la medianoche en 1947. El año pasado, se dejó sin cambios a 90 segundos. En la declaración del martes, el BAS – una organización sin fines de lucro con sede en Chicago – dijo: “Al poner el reloj un segundo más cerca de la medianoche, enviamos una señal clara. Porque el mundo ya está peligrosamente cerca del precipicio, un movimiento de incluso un solo segundo debe ser tomado como una indicación de un peligro extremo y una advertencia inequívoca de que cada segundo de retraso en cambiar de rumbo aumenta la probabilidad de un desastre global”. Advertió que la guerra en curso en Ucrania – que ahora se acerca a los tres años desde la invasión a gran escala de Rusia – “podría convertirse en nuclear en cualquier momento debido a una decisión precipitada o a través de un accidente o cálculo erróneo”. “El conflicto en Oriente Medio amenaza con salirse de control y convertirse en una guerra más amplia sin previo aviso”, dijo la declaración. El panel de científicos también dijo que “el pronóstico a largo plazo para los intentos del mundo de hacer frente al cambio climático sigue siendo pobre, ya que la mayoría de los gobiernos no logran promulgar las iniciativas de financiamiento y políticas necesarias para detener el calentamiento global”. En el ámbito biológico, continuó el BAS, “las enfermedades emergentes y reemergentes siguen amenazando la economía, la sociedad y la seguridad del mundo”. También advirtió que “una serie de otras tecnologías disruptivas avanzaron el año pasado de maneras que hacen que el mundo sea más peligroso”. “Los sistemas que incorporan inteligencia artificial en el apuntamiento militar se han utilizado en Ucrania y Oriente Medio, y varios países están avanzando hacia la integración de la inteligencia artificial en sus fuerzas militares”. La organización subrayó que todos estos peligros “son agravados en gran medida por un multiplicador de amenazas potente: la propagación de desinformación, información falsa y teorías de conspiración que degradan el ecosistema de comunicación y cada vez más difuminan la línea entre la verdad y la mentira”. Los Estados Unidos, China y Rusia, dijo el BAS, “tienen el poder colectivo de destruir la civilización”, agregando que los tres países “tienen la responsabilidad principal de alejar al mundo del abismo”.

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