Estos países son algunos de los más vulnerables a los nuevos aranceles de Washington. Sus economías dependen profundamente de vender bienes a los Estados Unidos, y muchos de ellos fueron golpeados con impuestos especialmente altos. Muchos de los países más afectados son aliados y socios cercanos de Estados Unidos. En el sudeste asiático, países como Vietnam, Tailandia y Camboya han trabajado durante años para convertirse en alternativas a China para fábricas que fabrican bolsos, electrónicos, zapatos y piezas de automóviles que eventualmente terminan en los Estados Unidos. Ahora, enfrentarán algunos de los aranceles más severos. Un segundo grupo de socios comerciales enfrentando aranceles altos incluye a grandes exportadores como China, Japón, India y la Unión Europea. Sus economías en general están menos expuestas a cambios en las exportaciones estadounidenses, pero muchos de ellos aún enfrentan grandes riesgos económicos. Estas cifras muestran el aumento de los aranceles anunciados por la administración de Trump el miércoles. Canadá y México, que dependen del comercio con los Estados Unidos, fueron eximidos de los nuevos aranceles anunciados el miércoles. Ambos países seguirán sujetos al arancel del 25 por ciento que impuso el presidente Trump a muchos de sus productos el mes pasado, además de aranceles separados de EE. UU. sobre acero, aluminio y automóviles a nivel mundial. Los aranceles de automóviles entraron en vigencia el jueves. El Sr. Trump impuso un arancel mínimo del 10 por ciento a casi todos los socios comerciales que no obtuvieron una tasa más alta. Los países que han evitado los aranceles más altos aún pueden enfrentar una presión económica extraordinaria. Los expertos advirtieron que los aranceles podrían desestabilizar toda la economía mundial. Y las empresas europeas pueden tener dificultades para competir con una avalancha de importaciones chinas de bajo costo redirigidas desde los Estados Unidos. “Incluso los países que no enfrentan aranceles altos van a tener problemas”, dijo Jayati Ghosh, economista de la Universidad de Massachusetts Amherst. “Va a interrumpir las cadenas de suministro e inyectar una gran dosis de incertidumbre en la economía global”, dijo, “por lo que habrá mucha menos inversión, y menos actividad económica, y menos empleo”.
