La tradición dice que el alcalde de Palma pronuncia un discurso para las celebraciones del Festival de la Bandera, así que el martes Jaime Martínez detalló las prioridades del ayuntamiento – seguridad ciudadana, limpieza, movilidad, medio ambiente, vivienda, excelencia cultural, turismo y proyectos transformadores.
El festival conmemora la toma de Madina Mayurqa por el rey Jaume I y sus tropas el 31 de diciembre de 1229. Los primeros ciudadanos de la ciudad conquistada, que fue rebautizada como Ciutat de Mallorca, demostraron “coraje y ambición”, dijo el alcalde, y añadió que estos valores guían “cada uno de los proyectos” en los que se está trabajando ahora.
Los presupuestos de 2025, afirmó, “son los más importantes en la historia de Palma, y no solo por su cantidad”. “Estos presupuestos nos permitirán construir una Palma más social y solidaria, capaz de satisfacer las necesidades de los sectores más vulnerables de la población, proporcionando más medios y recursos a todas las acciones relacionadas con la protección de personas y familias en peores situaciones financieras y a grupos prioritarios, como las mujeres que han sufrido o están sufriendo violencia de género.”
Martínez hizo hincapié en “la mejora de la limpieza y el mantenimiento de calles y plazas de Palma” y “cero tolerancia hacia comportamientos que perjudican la convivencia pacífica”. “No descansaré hasta que Palma vuelva a ser la ciudad que fue en otros tiempos: una ciudad limpia.” No dará marcha atrás en su propósito de hacer de Palma “una ciudad pacífica y sostenible en términos de movilidad”.
El alcalde se refirió a la nueva ordenanza cívica como “pionera y transformadora”, un marco normativo “para garantizar el orden público”.
En cuanto a la vivienda, insistió en que su administración está pasando de “la inacción (de la administración anterior) a la acción” con iniciativas que, entre otras cosas, están dirigidas a la construcción de 1.200 unidades de vivienda social y a apoyar las iniciativas del Gobierno Balear “para acelerar la posibilidad de proporcionar vivienda y llevar a cabo proyectos transformadores”.
El turismo, recalcó, es el “principal motor económico” de la ciudad. Sobre todo, es importante tener “turismo de calidad, respetuoso de las costumbres y comprometido con el medio ambiente”. Y Martínez mencionó la candidatura de Palma a ser Capital Europea de la Cultura en 2031, un objetivo que requiere “inversión económica” y “una acción que considere la cultura como patrimonio de todos”. “Palma merece – no solo merece sino que también necesita – avanzar hacia la excelencia cultural.”