Las autoridades francesas detuvieron a los destacados directores de cine Benoît Jacquot y Jacques Doillon el lunes para ser interrogados sobre acusaciones de abuso sexual, según fuentes cercanas al caso.
Un periodista de AFP vio a ambos hombres, quienes han negado las acusaciones, llegar a una comisaría de policía en París el lunes por la mañana, acompañados de sus abogados.
La actriz y directora Judith Godrèche, de 52 años, ha acusado formalmente a Jacquot de violación y a Doillon de agresión sexual cuando ella era menor de edad, acusaciones que ambos hombres niegan. Ha descrito a Jacquot como alguien que ejercía un “control” poco saludable sobre ella durante una relación que comenzó cuando ella tenía 14 años y duró de 1986 a 1992. También acusó a Doillon de abuso en el set cuando actuó en una de sus películas.
Los abogados de Jacquot y Doillon dijeron que no era necesario detener a los hombres mientras eran interrogados, y enfatizaron que deberían considerarse inocentes hasta que se demuestre lo contrario. La abogada de Jacquot, Julia Minkowski, dijo que su cliente finalmente podría expresarse ante la ley. La abogada de Doillon, Marie Dose, dijo que no había criterios legales que justificaran su detención para ser interrogado “36 años” después del incidente denunciado por Godrèche. Las fuentes cercanas al caso dijeron que su interrogatorio podría incluir una confrontación con la persona o personas que los acusan.
Godrèche escribió en Instagram que estaba profundamente conmovida de que la policía finalmente hubiera citado a los dos directores. “Estoy llorando … De todo esto … No sé si tengo la fuerza, pero la tendré. La tendré … Por ella”, escribió, publicando una foto de ella adolescente junto a Jacquot, quien tiene 25 años más que ella.
La industria cinematográfica francesa se tambalea ante acusaciones de que durante mucho tiempo ha encubierto el abuso, en medio de una serie de denuncias, incluidas las contra el actor Gérard Depardieu, de 75 años, todas las cuales él niega. Desde que rompió su silencio, Godrèche se ha convertido en una voz líder en el movimiento #MeToo en Francia. Después de que ella solicitara un organismo de supervisión del cine, el parlamento en mayo votó para crear una comisión que investigue la violencia sexual y de género en la industria cinematográfica y otros sectores culturales.