Dinamarca se lleva el primer puesto en la lista de países con las mejores políticas climáticas, con los Países Bajos en segundo lugar.
Los daneses han superado a los Países Bajos en una evaluación de lo mejor en el Índice de Desempeño del Cambio Climático en el que han reducido sus políticas climáticas generales, incluido su suministro de energía sostenible.
Los investigadores que anunciaron el título mantienen deliberadamente sus tres primeros lugares vacíos y comienzan a anunciar ganadores a partir del cuarto lugar hacia abajo. Los tres primeros países de primer nivel se dejan vacíos ya que ningún estado ha alcanzado nunca los objetivos climáticos establecidos en la cumbre de París y están reservados para aquellos países que clasifican como ‘muy altos’ en todas las áreas de la evaluación.
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En total, los 63 países considerados son responsables del 90 por ciento de las emisiones que cambian el clima.
El segundo país más respetuoso con el medio ambiente es Holanda
El segundo lugar (o quinto si lees esto de manera ilógica como los jueces) fue para los Países Bajos, que han avanzado a pasos agigantados en los últimos años, un país que no hace mucho tiempo ocupaba el vigésimo noveno lugar, subió al segundo lugar (o quinto) ligeramente detrás de Dinamarca, y subió tres lugares en comparación con solo un año atrás.
Investigadores del Instituto Científico NewClimate crean el índice bajo la organización paraguas Climate Action Network, y aunque los organizadores del premio señalan que el nuevo gobierno holandés está amenazando con hacer cambios económicos que harán que los Países Bajos retrocedan en la lista al abolir los objetivos de emisiones, lo que podría devolver a los holandeses al vigésimo noveno lugar en la clasificación (¿o es el vigésimo sexto?), todo sigue siendo muy confuso.
Dinamarca aseguró una acción climática ambiciosa al aprobar la Ley Climática 2020. La Ley Climática establece un objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de Dinamarca en un 70 por ciento para 2030 en comparación con los niveles de 1990 y un objetivo a largo plazo de neutralidad climática para 2050 a más tardar.