El ministro de Asuntos Exteriores de España ha aumentado la presión sobre el Reino Unido para que ‘diga sí’ al acuerdo ofrecido sobre Gibraltar antes de que entren en vigor nuevos controles fronterizos en solo cinco semanas.
“El tratado propuesto prevé la inclusión de Gibraltar en la zona Schengen y la libertad de movimiento de personas y mercancías”, dijo Jose Manuel Albares después de una reunión con alcaldes del Campo de Gibraltar en Madrid.
Pero advirtió: “Es el Reino Unido quien tiene que decidir si prefiere eso o, a partir del 10 de noviembre, los nuevos controles fronterizos.”
En esta fecha se supone que entrará en vigor el nuevo Sistema de Entrada y Salida de la Unión Europea, poniendo fin abruptamente al régimen actual de ‘paso libre’ en el que Gibraltar confía.
Los detalles del tratado que España y la UE han ofrecido aún se mantienen en secreto ya que las negociaciones están en curso, y solo se anunciarán una vez que se acuerden.
Pero si se acepta, Gibraltar se incorporará a la zona Schengen y se eliminará la actual valla fronteriza física.
“Hemos estado negociando este acuerdo durante muchos años”, continuó Albares.
“Soy el cuarto ministro de Exteriores que se sienta en la mesa. Es hora de que el Reino Unido diga sí a un acuerdo equilibrado y generoso que pusimos sobre la mesa hace mucho tiempo.”
Pero el Ministro Principal Fabian Picardo contraatacó, diciéndole al Gibraltar Chronicle que el Reino Unido y Gibraltar habían hecho su propia propuesta ‘razonable y equilibrada’ que España debería aceptar o ‘condenarnos a todos’ a los nuevos controles fronterizos.
Con ambos lados habiendo expuesto sus posiciones, las posibilidades de un acercamiento en un asunto crucial parecen escasas, a pesar de las complejidades técnicas que supuestamente se han superado.
España, que mantiene un reclamo sobre Gibraltar en contra de la voluntad de su pueblo, se cree que insiste en que si Gibraltar va a ser parte de la zona Schengen, los oficiales uniformados y armados españoles deben poder moverse libremente por todo el territorio para controlar los puntos de entrada, es decir, el aeropuerto y el puerto de Gibraltar.
Fabian Picardo ha seguido los pasos de una larga fila de ministros principales al rechazar rotundamente este resultado, habiendo señalado abiertamente que el territorio elegirá continuar sin un tratado en lugar de renunciar a su soberanía.
Así se prepara el escenario para un juego de gallinas en el que un no acuerdo que dañará a toda la región parece ser el resultado más probable.
Albares dijo la semana pasada que sus demandas eran “simplemente la aplicación de las regulaciones de Schengen como en cualquier otro lugar.”
“Veo a algunas autoridades gibraltareñas muy preocupadas por los uniformes, yo no estoy preocupado por ellos”, dijo.
“Simplemente quiero la aplicación de las regulaciones de Schengen como en cualquier otro lugar.
“Y exactamente lo mismo para la libertad de mercancías. No doy más o menos importancia a los uniformes, pero el área Schengen, donde sea que se aplique, debe hacerse de manera uniforme.
“Y, si se extiende a Gibraltar, tendrá que funcionar exactamente igual que en el resto de esa área.”
Sin embargo, una posible tregua es la posibilidad de que la fecha de inicio del EES se retrase, con funcionarios de la Comisión Europea negándose a descartarlo la semana pasada al Olive Press.
Los equipos negociadores están ‘en contacto constante’, agregó Albares hoy.