Jordan Bardella, el presidente del partido de extrema derecha Reagrupación Nacional, saludó a sus 125 nuevos legisladores electos el miércoles por la mañana con algunas felicitaciones, y muchas advertencias.
“Ustedes son motivo de orgullo para millones de franceses”, dijo el Sr. Bardella a los legisladores después de que ingresaron a la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento de Francia, para ocupar sus escaños. Pero ahora, agregó, “su responsabilidad, mis queridos amigos, será subrayar la credibilidad de nuestro proyecto” y “ser absolutamente irreprochables en el terreno y con los medios de comunicación”.
Fue una referencia no demasiado sutil a las controversias que empañaron la campaña de la Reagrupación Nacional en las elecciones parlamentarias anticipadas de Francia. Muchos candidatos del partido hicieron comentarios racistas, no lograron articular sus posiciones o fueron objeto de cobertura en periódicos franceses por comentarios antisemitas pasados y posiciones pro-Kremlin. Una candidata fue retirada de la contienda después de que apareciera una fotografía suya usando una gorra nazi en las redes sociales.
Varios líderes de la Reagrupación Nacional y analistas dijeron que las controversias jugaron un papel en el tercer lugar del partido después de que se esperaba ampliamente que ganara. Los decepcionantes resultados electorales han colocado ahora a la Reagrupación Nacional en una encrucijada mientras mira hacia las elecciones presidenciales de 2027.
“Tenemos que aprender de estos errores la próxima vez”, dijo Louis Aliot, vicepresidente del partido, en una entrevista telefónica el jueves, señalando que los candidatos con lo que dijo era un historial problemático no deberían haber sido respaldados. “Estamos haciendo política, no es un juego. Cuando nuestros candidatos tienen nuestro logo en sus espaldas, tienen la responsabilidad de mantener nuestra reputación, nuestro honor, nuestra legitimidad”.
No hay duda de que la Reagrupación Nacional aumentó su número de escaños en el Parlamento en casi 40 en comparación con las últimas elecciones generales hace dos años, la mayor ganancia para cualquier partido. Marine Le Pen, líder de facto del partido, describió los resultados como una “victoria retrasada” que augura bien para las próximas elecciones presidenciales, en las que se espera que se postule.
Pero los analistas políticos dicen que la lucha del partido por mejorar su imagen sigue siendo un obstáculo importante en su camino hacia el poder, uno que podría disuadir a los votantes indecisos de apoyar a la extrema derecha y ayudarla a obtener la mayoría de votos que durante mucho tiempo se le ha escapado.
“No están listos”, dijo Erwan Lecoeur, analista político que monitorea la extrema derecha. “Hoy en día, estamos lejos de estar seguros de que la Reagrupación Nacional tiene 289 candidatos que puedan hacer frente”, dijo, refiriéndose al umbral necesario para obtener la mayoría de escaños en la Asamblea Nacional.
El Sr. Lecoeur y Jean-Yves Camus, experto en la extrema derecha en la Fundación Jean-Jaurès, un instituto de investigación, dijeron que los recientes escándalos del partido habían llevado a personas indecisas sobre votar por la Reagrupación Nacional o abstenerse a unirse a un llamado frente republicano y apoyar a cualquier candidato menos a los de extrema derecha.
Safia Dahani, socióloga especializada en la extrema derecha, dijo que “en cada elección, los comentarios racistas, antisemitas, sexistas u homofóbicos hechos por los candidatos de la Reagrupación Nacional” seguían resurgiendo, reforzando la sospecha entre los votantes y los expertos de que los esfuerzos de rebranding del partido eran meros adornos.
El Sr. Bardella intentó durante la campaña distanciar a su partido de las posiciones pro-Kremlin de larga data. Pero el lunes, justo después de que terminaran las elecciones anticipadas, la Reagrupación Nacional anunció que lideraría un grupo de partidos de extrema derecha en el Parlamento Europeo conocidos por sus lazos amistosos con Rusia, incluido el del primer ministro Viktor Orban de Hungría, quien visitó al presidente Vladimir V. Putin en Moscú la semana pasada.
El anuncio sembró dudas sobre los esfuerzos de la Reagrupación Nacional para distanciarse de Moscú y sugirió que el partido podría inclinarse más a la derecha con nuevos aliados como el Sr. Orban y el partido de extrema derecha de Austria.
Durante la campaña de las elecciones anticipadas, la Reagrupación Nacional también propuso prohibir a los ciudadanos con doble nacionalidad ciertos trabajos que consideraba “sensibles”. La propuesta causó indignación, con críticos que decían que preveía el tipo de políticas discriminatorias que podrían implementarse si el partido llegaba al poder.
Un legislador de la Reagrupación Nacional dijo que una exministra de Educación, Najat Vallaud-Belkacem, que tiene doble nacionalidad francesa y marroquí, no debería haber sido nombrada para el cargo porque sus orígenes planteaban “un problema de doble lealtad”.
Fue el tipo de escándalo que la Reagrupación Nacional había esperado evitar como parte de una estrategia para ganar poder conocida como el “plan Matignon”, en referencia al nombre de la residencia del primer ministro francés. Jean-Philippe Tanguy, un destacado legislador de la Reagrupación Nacional, dijo que el objetivo principal del plan era “profesionalizar los perfiles de nuestros candidatos en las circunscripciones susceptibles de ser ganadas”.
Pero el Sr. Tanguy admitió que en las circunscripciones más desfavorables para el partido, como el noroeste, había “fracasado en retirar a un número de candidatos que ni siquiera deberían haber sido miembros de la Reagrupación Nacional”. El candidato que había sido fotografiado usando una gorra nazi era “loco”, dijo.
El Sr. Camus dijo que la falta de estructura del partido lo había dejado con poca elección al seleccionar candidatos en algunas circunscripciones. “Toman al único miembro del partido que existe”, dijo.
Dado el interés de los medios de comunicación franceses por los perfiles de los candidatos de la Reagrupación Nacional, agregó el Sr. Tanguy, el partido debe ser “más profesional que los profesionales” y ser extremadamente cauteloso. La Sra. Le Pen les dijo a los nuevos legisladores de su partido el miércoles que les estaba prohibido expresar sus opiniones personales, según el periódico francés Le Monde.
El Sr. Lecoeur, el científico político, dijo que los esfuerzos de profesionalización del partido habían funcionado bien en la capacitación de portavoces y líderes como el Sr. Bardella, cuya imagen pulcra y mensajes entregados en un tono nivelado ayudaron mucho a suavizar la imagen del partido.
Pero dijo que estos esfuerzos no habían llegado a la base del partido. “Cuando entras en la tienda, detrás del escaparate, te das cuenta de que todavía hay racistas, xenófobos y personas que no saben en absoluto cómo hablar con el público”, dijo el Sr. Lecoeur.
Los esfuerzos de rebranding del partido han encontrado obstáculos en otros frentes también. La Reagrupación Nacional ha sido plagada por una historia de financiamiento de campañas sombrío. La propia Sra. Le Pen está programada para ser juzgada a finales de este año junto con más de 20 miembros del partido por cargos de malversación de fondos del Parlamento Europeo de 2004 a 2016 y por utilizar el dinero para gastos no relacionados con el partido.
Para empeorar las cosas, la fiscalía de París dijo esta semana que había abierto una investigación preliminar sobre acusaciones de financiamiento ilegal de la campaña de la Sra. Le Pen para las elecciones presidenciales de 2022.
Pero dentro de su propio partido, la Sra. Le Pen podría salir fortalecida de la derrota del domingo, dijo el Sr. Lecoeur. Gran parte de la culpa recae en el Sr. Bardella, quien dirigió la campaña fallida y cuya creciente popularidad comenzaba a amenazar el liderazgo de la Sra. Le Pen.
Esa rivalidad será puesta en reposo, con el Sr. Bardella dirigiéndose ahora a Bruselas para liderar el nuevo bloque de extrema derecha, dijo el Sr. Lecoeur. Agregó que los críticos más feroces de la campaña eran miembros del partido con lazos de larga data con la Sra. Le Pen, incluido el Sr. Aliot, su ex pareja, quien compitió con el Sr. Bardella por la presidencia del partido en 2022.
“Lo que realmente se esconde detrás” de este llamado al cambio, dijo el Sr. Lecoeur, “es que Marine Le Pen vuelva a tomar el partido en sus manos”.