Las recientes inundaciones mortales que han golpeado a Málaga han traído algo de alivio a la crisis hídrica de la región.
Los niveles de los embalses de la provincia han recuperado el 62% del agua perdida y consumida durante la exigente temporada de verano de este año.
La red de siete embalses de Málaga ha pasado del 15,5% al 23,1% de capacidad en solo siete días, ganando 46 millones de litros de agua después de que algunas regiones recibieran 200mm de lluvia.
Los embalses ahora tienen un total combinado de 141 millones de litros, en comparación con los 95 millones de hace apenas una semana.
El embalse de La Concepción abastece de agua potable a la Costa del Sol occidental.
Sin embargo, todavía se encuentran un 51% (72 millones de litros) por debajo de los niveles registrados hace dos años y medio.
El embalse de La Viñuela de la región sigue en una capacidad crítica del 15%, ocho puntos por debajo del promedio provincial y significativamente más bajo que sus niveles en mayo.
El crucial embalse de La Concepción, que abastece gran parte de la Costa del Sol occidental, se encuentra en un 54,5%, pero muy por debajo de su nivel previo al verano del 75%.
Las mejoras más dramáticas se vieron en los embalses de la cuenca del Guadalhorce, que pasaron del 11,8% al 20% de capacidad en solo una semana.
El embalse de Casasola casi triplicó su volumen, pasando de 4,6 a 12,1 millones de litros después de recibir alrededor de 140mm de lluvia.
Aemet, la agencia meteorológica estatal de España, pronostica más lluvias en las próximas semanas, lo que podría aumentar aún más los niveles de los embalses a medida que la región entra en lo que tradicionalmente es su periodo más húmedo.
La provincia necesita 30 millones de litros adicionales solo para regresar a los niveles registrados en abril de este año, lo que destaca la gravedad continua de la crisis de sequía a pesar de las lluvias recientes.
Sin embargo, las intensas lluvias han tenido un fuerte impacto en la agricultura local.
Numerosas granjas en las áreas del interior de Álora – donde un británico murió en el hospital después de ser rescatado de una casa inundada – Almogía y Cártama han quedado completamente inundadas, afectando especialmente a los huertos de cítricos y campos de las famosas aceitunas Aloreña de la región.