Para acelerar las cosas, dijo que su comunidad dejaría algunas pertenencias a los vecinos de Deir al Balah, donde ellos y otras personas desplazadas habían llegado a abandonarse y necesitar de personas que eran totalmente desconocidas al principio de la conflagración.
Incluso había una parte de ellos que ya sentía nostalgia por ello, la camaradería que se había formado entre ellos y sus vecinos temporales.
A posteriori de que su casa en la ciudad sureña de Khan Younis fuera destruida, Ismail al-Sheikh, de 39 abriles, profesor universitario, se mudó a una tienda de campaña cercana, donde conoció a dos hombres que se encontraban en tiendas cercanas. Los nuevos amigos pasaron las tardes recordando la vida ayer del 7 de octubre de 2023, cuando comenzó la conflagración, e imaginando en voz inscripción lo que sucedería una vez que terminara la pesadilla. Qué harían. Adónde irían.
Para al-Sheikh, que enseñaba en la Universidad de Al-Aqsa, las ensoñaciones no eran cero descabelladas. Sólo quería recuperar su vida regular, dar clases y reunirse con amigos por las noches en el restaurante Titanic en Khan Younis. El Titanic, que había pabellón, se había derrumbado y quedó corto a escombros.
Ahora, cuando la conflagración se acercaba a su fin, sus nuevos amigos se estaban preparando para regresar a la ciudad de Lazo, de donde eran.