A pesar de contribuir de manera desproporcionada a las finanzas de Orihuela, la Costa sigue siendo descuidada cuando se trata de un desarrollo responsable.
La Orihuela Costa se está expandiendo de manera caótica, sin una visión clara o una planificación urbana adecuada. Esto no sorprende, dado que la autoridad de planificación y los políticos, con sede a 34 kilómetros de distancia en la Ciudad de Orihuela, parecen ver la zona como nada más que una vaca lechera. A pesar de contribuir de manera desproporcionada a las finanzas de Orihuela, la Costa sigue siendo descuidada cuando se trata de un desarrollo responsable.
A medida que la economía vuelve a depender de la construcción para impulsar el crecimiento, nuevos desarrollos están surgiendo por todas partes, incluso en lugares peligrosos. Un ejemplo claro es Campoamor, donde se están planeando casas en una llanura de inundación. Puedes ver una entrevista con Eliseo Sastre de Unidos X La Costa discutiendo este tema aquí.
Pero las llanuras de inundación no son la única preocupación. Demasiados desarrollos se construyen peligrosamente cerca de barrancos. Una y otra vez, las tormentas han arrastrado jardines, piscinas e incluso áreas de estacionamiento enteras debido a la subsidencia. Los desarrolladores y las autoridades conocen los riesgos, sin embargo, la construcción continúa.
¿Quién es el responsable?
En teoría, los políticos proponen proyectos, mientras que los técnicos los aprueban o rechazan basándose en el riesgo. Pero en realidad:
Miles de propiedades nunca deberían haber sido construidas en terrenos propensos a inundaciones.
Los planes de desarrollo deben ser aprobados por técnicos municipales, lo que plantea la pregunta: ¿Se ignoraron los riesgos? ¿Se alteraron o desestimaron informes?
La evaluación de riesgo de inundaciones PATRICOVA, introducida en 2003, no impidió que se emitieran licencias de construcción en zonas de inundación.
Las inundaciones no son un fenómeno nuevo en la región de Valencia, con 23 inundaciones registradas entre 1321 y 1957, y sin embargo, la historia se repite en 2024. ¿Por qué? Porque evitar la construcción en áreas de alto riesgo significa pérdida de ingresos, y el dinero siempre gana.
Los verdaderos perdedores son los propietarios, muchos de los cuales invirtieron en la propiedad de sus sueños para la jubilación, solo para ver cómo se erosionaban sus cimientos, sus hogares se deslizaban hacia los barrancos y sus preocupaciones eran desestimadas. ¿A quién acuden?
¿Al CHS (Confederación Hidrográfica del Segura), responsable de los cursos de agua?
¿A los desarrolladores, que hace mucho tiempo se han marchado?
¿Al Ayuntamiento, que simplemente se encoge de hombros?
No hay responsabilidad, empatía, soluciones, solo codicia. Cuando el beneficio tiene prioridad sobre las personas, el desastre es inevitable. Y sin embargo, el ciclo continúa sin cesar.
Imagen – Foto de archivo de una propiedad en la Calle Isaac Albaniz de Villamartin