Dermatitis atópica relacionada con un mayor riesgo de hiperparatiroidismo.

Podrías pensar en el eczema como solo otro problema de piel que pica, pero es más complicado que eso. El eczema conduce a parches ásperos, que pican y a veces dolorosos en tu cuerpo. Otra preocupación importante de salud, conocida como hiperparatiroidismo, implica que tus glándulas paratiroides produzcan demasiada hormona paratiroidea (PTH).

Esta hormona extra perturba el equilibrio de calcio de tu cuerpo de maneras que debilitan tus huesos o afectan otras funciones. La investigación sugiere que las personas con dermatitis atópica, la forma más común de eczema, enfrentan una mayor probabilidad de desarrollar hiperparatiroidismo, y esta conexión parece ocurrir sin que la vitamina D juegue un papel importante. Si tienes eczema, vale la pena aprender sobre esta conexión, porque entenderla te ayuda a tomar decisiones más sabias para una mejor salud a largo plazo.

La Dermatitis Atópica Es Más Que Solo Piel Seca

Puede que hayas escuchado que la dermatitis atópica se describe como un simple problema de sequedad, pero va más allá de eso. La dermatitis atópica es una afección cutánea a largo plazo que conduce a manchas rojas, escamosas y con picazón que a menudo son incómodas. A veces la piel se inflama hasta el punto de que se rompe, sangra o incluso se infecta. Esto sucede porque tu sistema inmunológico está reaccionando excesivamente a los desencadenantes en tu entorno o en tu rutina diaria.

Es probable que conozcas a alguien con eczema o que lo tengas tú mismo, ya que es uno de los problemas de piel más comunes del mundo. La Asociación Nacional de Eczema explica que millones de personas, incluidos bebés, adolescentes y adultos, lo tienen. Muchas personas desarrollan estos síntomas en la infancia temprana, aunque podrías sorprenderte al saber que también aparece o persiste más tarde en la vida. Incluso cuando comienzas a ver síntomas como niño, no siempre desaparece en la edad adulta.

Una parte complicada de lidiar con la dermatitis atópica es descubrir tus desencadenantes, que incluyen el estrés cotidiano, la exposición a ciertas telas o incluso un cambio en los patrones climáticos. Estos desencadenantes provocan brotes, haciéndote sentir agotado o distraído por la picazón constante.

A veces, la picazón dificulta el sueño, lo que luego se refleja en otras partes de tu día, como el trabajo o la escuela. Intentar mantener tu vida funcionando sin problemas mientras manejas estos brotes a menudo se siente como una escalada cuesta arriba, y lleva tiempo descubrir qué funciona mejor para ti.

Imagina resolver un nuevo rompecabezas cada día, porque vivir con eczema es muy parecido a un trabajo detectivesco. Puedes necesitar investigar si un nuevo jabón o detergente está desencadenando un brote, o si el estrés de una semana ocupada está agregando a tu incomodidad. Es útil trabajar en estrecha colaboración con un proveedor de atención médica integral, quien puede guiarte en la identificación de desencadenantes, perfeccionar los tratamientos y encontrar mejores formas de prevenir esos brotes rojos y con picazón.

Hiperparatiroidismo 101

Mientras que el eczema impacta tu piel, el hiperparatiroidismo afecta tus hormonas. El hiperparatiroidismo ocurre cuando tus glándulas paratiroides producen demasiada hormona paratiroidea (PTH). Estas cuatro pequeñas glándulas en tu cuello normalmente regulan cuánto calcio y fósforo se mueven en tu sangre. Si tu cuerpo produce demasiada PTH, provoca una acumulación de calcio en tu sangre, lo que interfiere con muchos aspectos de tu salud.

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A veces, el crecimiento benigno en tus glándulas paratiroides es la razón detrás de esta sobreproducción de PTH. En otros casos, podrías ver desequilibrios de vitamina D o ciertos problemas de salud heredados que sientan las bases para el hiperparatiroidismo.

La edad también aumenta tu riesgo. El hiperparatiroidismo es difícil de notar al principio, porque a veces sus síntomas se confunden con la fatiga cotidiana. Podrías pasar semanas o meses sintiéndote extra cansado, adolorido o incluso notar problemas con tus huesos o riñones. Podrías formar cálculos renales o experimentar dolor óseo, que es la forma en que tu cuerpo te dice que tus niveles de calcio podrían estar desequilibrados.

Una forma sencilla de imaginar cómo funcionan tus glándulas paratiroides es compararlas con un termostato en tu hogar. Cuando tu termostato está configurado correctamente, la “temperatura” de calcio de tu cuerpo se mantiene en un rango cómodo. Pero cuando el termostato está atascado en alto, obtienes más calcio del que necesitas y todo se sobrecalienta. En tu cuerpo, ese calcio extra crea estrés para tus riñones, huesos y otros órganos.

Hiperparatiroidismo vs. Hipertiroidismo

Probablemente hayas notado que el hiperparatiroidismo y el hipertiroidismo suenan similares, y es fácil confundirlos. Aunque ambos afectan el sistema endocrino, afectan glándulas diferentes y producen hormonas diferentes que mantienen tu cuerpo en equilibrio. Conocer estas diferencias te ayuda a entender con qué afección estás lidiando; es importante entender que son dos trastornos endocrinos distintos.

El hiperparatiroidismo involucra las glándulas paratiroides y no afecta directamente tu metabolismo de la misma manera que lo hace la glándula tiroides. El hipertiroidismo, en cambio, afecta a tu glándula tiroides, que tiene forma de mariposa y está ubicada en la parte frontal de tu cuello. Tu tiroides controla la velocidad a la que tu cuerpo utiliza la energía.

Cuando tienes hipertiroidismo, tu tiroides produce demasiada hormona tiroidea, lo que acelera tu ritmo cardíaco, aumenta tu temperatura corporal y causa pérdida de peso o nerviosismo. Aunque ambas condiciones involucran hormonas, juegan roles diferentes y crean conjuntos distintos de desafíos. Aunque los nombres son similares, manténlos separados recordando que tus glándulas paratiroides principalmente regulan los niveles de calcio, mientras que tu glándula tiroides influye en tu metabolismo general.

La Dermatitis Atópica Relacionada con el Hiperparatiroidismo

Puede que te preguntes cómo una afección cutánea como el eczema se relaciona con demasiada hormona paratiroidea, pero un estudio en los Archivos de Investigación Dermatológica analizó esta cuestión. Los científicos revisaron datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, también conocida como NHANES, para los años 2005 a 2006. Examinaron los registros de 7,266 personas para ver si aquellas que tenían dermatitis atópica tenían más probabilidades de tener hiperparatiroidismo.

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Los resultados mostraron que las personas con dermatitis atópica tenían mayores probabilidades de desarrollar hiperparatiroidismo que aquellas que no tenían esta afección de la piel. Hubo un aumento notable en las probabilidades de tener hiperparatiroidismo si también tenías eczema. Este hallazgo llevó a los investigadores a investigar posibles razones, incluyendo si la vitamina D u otros factores de salud podrían explicar la superposición.

Debido a que la dermatitis atópica a menudo está relacionada con niveles bajos de vitamina D, muchos investigadores sospecharon que esa podría ser la razón de este aumento en el riesgo de hiperparatiroidismo. Sorprendentemente, el estudio concluyó que los niveles de vitamina D no eran el culpable clave.

La relación entre el eczema y los altos niveles de hormona paratiroidea no fue “mediada por la vitamina D” u otros factores como calcio, fósforo, índice de masa corporal y proteína C-reactiva. Eso significa que estos sospechosos habituales no explicaron la conexión, lo que deja un misterio que los científicos todavía están explorando.

Otro giro ocurrió cuando los investigadores observaron subgrupos más pequeños. Descubrieron que las personas mayores de 60 años tenían una asociación más fuerte entre el eczema y el hiperparatiroidismo, especialmente si tenían niveles normales de vitamina D.

Esto sugiere que algo más podría estar sucediendo, posiblemente relacionado con cambios que ocurren a medida que envejeces. Podría ser que tu cuerpo se vuelva más vulnerable a problemas hormonales a medida que pasa el tiempo, o podría reflejar otros factores estresantes que aún no se comprenden completamente.

El Rol Controvertido de la Vitamina D en la Dermatitis Atópica

La relación entre la vitamina D, la dermatitis atópica y el hiperparatiroidismo es compleja. Según la Medicina de Yale, el hiperparatiroidismo secundario “ocurre debido a niveles crónicamente bajos de calcio o vitamina D en la sangre, lo que hace que las glándulas paratiroides liberen crónicamente altos niveles de PTH”.

Mientras tanto, las personas con dermatitis atópica a menudo tienen cambios en la barrera de la piel y las respuestas inmunitarias, que permiten que los irritantes y gérmenes se cuelen. Debido a que la vitamina D influye tanto en el sistema inmunológico como en la forma en que crecen las células de tu piel, algunos investigadores creen que podría haber una conexión entre los niveles de vitamina D y el riesgo o gravedad del eczema.

Por ejemplo, la vitamina D ayuda a regular la proliferación y diferenciación de los queratinocitos, las células responsables de formar la capa externa de tu piel.

Una revisión destaca estudios que han encontrado niveles bajos de vitamina D en muchas personas con eczema, lo que sugiere que la vitamina D tiene un efecto protector en algunos casos. Los investigadores han medido cuánta vitamina D obtienen las personas a través de los alimentos, la luz solar y los suplementos, pero los hallazgos no siempre son claros. En algunos casos, los niños con una mayor ingesta de vitamina D mostraron más síntomas de eczema, lo que apunta a factores ambientales o de estilo de vida que los científicos todavía necesitan resolver.

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Además, algunos expertos creen que la vitamina D mejora la capacidad de tu piel para combatir las bacterias y reducir la inflamación, lo que podría ayudar a prevenir los brotes. La vitamina D también está relacionada con otras afecciones de la piel, como la psoriasis. Otros argumentan que se necesitan más estudios para confirmar si tomar vitamina D adicional realmente reduce las posibilidades de contraer eczema o hace que los síntomas sean menos graves. Considerando los muchos beneficios para la salud de la vitamina D, sin embargo, optimizar tus niveles tiene sentido.

Consejos para Abordar la Dermatitis Atópica

La mayoría de las personas tienen mitocondrias disfuncionales, y si no tienes suficientes mitocondrias, no puedes crear energía celular lo suficientemente eficiente para combatir condiciones de piel como el eczema. Tu salud intestinal también sufre por la disfunción mitocondrial.

La disbiosis intestinal, un desequilibrio en la comunidad microbiana, conduce a un aumento de la permeabilidad intestinal, a menudo llamada “intestino permeable”, permitiendo que sustancias dañinas entren en tu torrente sanguíneo. Esto desencadena una inflamación sistémica y respuestas inmunitarias que pueden llevar al eczema y enfermedades autoinmunes.

La dieta moderna está repleta de alimentos procesados y aceites de semillas ricos en ácido linoleico (LA) que dañan tu microbioma intestinal y promueven bacterias dañinas. El LA es un veneno mitocondrial que compromete la producción de energía celular. Además de los alimentos procesados, evita también los frutos secos y las semillas para reducir la ingesta de LA. Es sabio mantener tu ingesta de LA por debajo de 5 gramos de todas las fuentes. Si puedes reducirla por debajo de 2 gramos, aún mejor.

La exposición a productos químicos sintéticos disruptores endocrinos (EDCs), estrógenos y campos electromagnéticos (CEM) también dañan la capacidad de tus células para generar energía eficientemente. Este déficit energético dificulta mantener el ambiente intestinal libre de oxígeno necesario para que bacterias beneficiosas como Akkermansia florezcan.

Además, la falta de energía celular crea un ambiente en tu intestino que favorece a las bacterias productoras de endotoxinas, dañando las mitocondrias y creando un ciclo vicioso de empeoramiento de la salud. Abordando el exceso de LA, estrógenos (xenoestrógenos presentes en objetos cotidianos como el plástico), EDCs y CEM, restauras tu energía celular y comienzas el camino hacia una función mitocondrial óptima y una salud adecuada.

La gestión del estrés también va de la mano con el cuidado del eczema, porque el estrés empeora tu afección cutánea. Actividades como el yoga, la meditación y los paseos diarios calman tu mente, lo que beneficia a tu sistema inmunológico y a tu piel. Para manejar el eczema y ayudar a evitar los brotes, también considera la fototerapia o la exposición a la luz solar natural, que ayudan a mejorar los síntomas del eczema al reducir la respuesta inflamatoria.