En su testimonio en el tribunal, Rubiales afirmó que el beso fue consensuado.
En su juicio en Madrid, Luis Rubiales, el ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha negado las acusaciones de agresión sexual y coacción relacionadas con su beso a la futbolista Jenni Hermoso durante la ceremonia de entrega de medallas de la final de la Copa del Mundo Femenina de 2023.
En su testimonio en el tribunal, Rubiales afirmó que el beso fue consensuado, asegurando que Hermoso dio su aprobación cuando él preguntó, “¿un pequeño beso?” Describió el acto como un gesto espontáneo de alegría, similar a celebrar con un amigo.
Rubiales reconoció que su conducta fue inapropiada, admitiendo que no debería haber dejado que sus emociones lo llevaran a tal gesto, especialmente dada su posición institucional. Expresó arrepentimiento por sus acciones pero mantuvo que no constituían un delito penal. También negó orquestar una estrategia para presionar a Hermoso a minimizar el incidente, refutando las afirmaciones de que había liderado esfuerzos para obligarla a emitir una declaración minimizando la situación.
El incidente ha generado controversia, con Hermoso afirmando que el beso fue no consensuado y que la dejó sintiéndose vulnerable y victimizada. Ha testificado que no dio permiso para el beso y describió las acciones de Rubiales como impulsivas y sexistas.
La fiscalía está buscando una sentencia de dos años y medio de prisión. Además, ex funcionarios de la RFEF, incluido el ex entrenador Jorge Vilda y el director de marketing Rubén Rivera, enfrentan cargos por sus presuntos roles en presionar a Hermoso.
El caso, que comenzó el 3 de febrero, ha generado un importante debate en España. Se espera que concluya en la Audiencia Nacional de España el 19 de febrero.