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En medio de los intentos del gobierno de restringir las compras de propiedades por parte de algunos extranjeros no residentes en España, nuevos datos revelan que los extranjeros no españoles que no viven en el país representaron el 8 por ciento del total de compras de propiedades en 2024.
Los extranjeros no residentes compraron casi el 8 por ciento de las propiedades en España en 2024, según datos del Ministerio de Vivienda de España.
Al observar las cifras, se vendieron casi tres cuartos de millón de viviendas (715.429 en total) en España el año pasado, lo que representa un aumento del 12 por ciento respecto a 2023.
De este número, el 7,84 por ciento eran viviendas adquiridas por extranjeros no residentes, quienes compraron 1.200 propiedades más que en el año anterior.
Desafortunadamente, los números del ministerio no diferencian entre extranjeros no residentes de la UE y extranjeros no residentes de la UE, una distinción clave dada la reciente propuesta del gobierno español de restringir a los compradores de países terceros que no residan en España o tengan vínculos con el país.
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No obstante, lo que está claro es que los compradores extranjeros no residentes adquirieron 56.139 viviendas en España en 2024, apenas un 2,2 por ciento más que las 54.917 que compraron en 2023. Esta estadística incluye a nacionales de la UE como suecos, franceses o holandeses, así como a nacionales de países no pertenecientes a la UE como británicos, estadounidenses o chinos.
Este modesto aumento del 2,2 por ciento contrasta con el aumento del 13 por ciento en las transacciones realizadas por residentes en España, tanto españoles como extranjeros, quienes el año pasado compraron 654.905 viviendas entre ellos en medio de una crisis de vivienda donde el acceso a la vivienda tanto para compra como para alquiler se ha visto afectado por los precios desorbitados de las propiedades.
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Del total de compras de propiedades en 2024, poco más de 128.600 fueron realizadas por extranjeros en general, tanto residentes como no residentes, lo que representa el 18 por ciento de todas las ventas. En comparación con 2023, esto representa un aumento del 4,5 por ciento.
Un total del 43,6 por ciento de esas compras realizadas por extranjeros fueron realizadas por no residentes, un 2,2 por ciento más que el año anterior.
Sin embargo, el ‘peso’ del mercado de las transacciones realizadas por extranjeros no residentes como proporción del total disminuyó ligeramente en comparación con 2023 en poco menos de un punto porcentual (-0,75 por ciento).
Esto se produce en medio de una mayor restricción de las reglas contra los no residentes en el mercado inmobiliario español, incluido el propuesto impuesto del 100 por ciento a los compradores no pertenecientes a la UE, o una posible prohibición completa de que compren propiedades en España, y la confirmada eliminación del programa de Visa de Oro el 3 de abril.
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Según los datos del Ministerio de Vivienda, la mayoría de las compras de viviendas por extranjeros no residentes en 2024 se concentró principalmente en las zonas de Málaga y Alicante.
Estas dos provincias solas representaron el 53,5 por ciento de las compras (18,7 por ciento y 34,8 por ciento respectivamente) con 10.512 y 19.556 transacciones respectivamente.
En ninguna otra provincia de España los extranjeros no residentes superaron las 5.000 adquisiciones. En Madrid y Barcelona, por ejemplo, se registraron 1.229 y 1.874 respectivamente, mientras que en los archipiélagos se firmaron 3.934 en las Islas Baleares y 4.916 en las Islas Canarias.
En lugares como este, las poblaciones extranjeras establecidas desde hace tiempo en España -británicos, belgas, holandeses, suecos- siguen comprando propiedades incluso si no tienen residencia en España. En muchos casos, estas serán segundas viviendas.
Las cifras también revelan algunas nacionalidades emergentes interesantes que están entrando en el mercado inmobiliario español como polacos y checos, así como latinoamericanos.
Además, en los últimos años España y Madrid en particular ha visto un aumento de compradores latinoamericanos. La capital, según los expertos, se ha convertido en el “epicentro del lujo inmobiliario” y “la capital mundial para los latinoamericanos que abandonan América Latina. Antes era Miami, pero ahora Estados Unidos con Trump se ha convertido en un país poco atractivo”, explica Gonzalo Bernardos, profesor de Economía en la Universidad de Barcelona.
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